Por: Yuli Metaute Londoño/ La trata de personas es la nueva forma de esclavitud del siglo XXI; según la Oficina de Derechos Humanos de Argentina; en la actualidad; aproximadamente 2.400.000 personas en el mundo, son víctimas de este aberrante delito.
En términos económicos, es el tercer delito de crimen trasnacional después del narcotráfico y el tráfico de armas que más dinero genera a nivel mundial.
La trata de personas abarca abusos como la explotación sexual, el trabajo forzoso o la explotación en la mendicidad y en el 70% de estos casos las víctimas son mujeres y niñas, según la oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).
Los reclutadores ofrecen a las victimas un trabajo que supuestamente les va a cambiar la vida, les indican que ganarán mucho dinero para ayudar a sus familias, la oferta es tentadora; pero implica que la victima tenga que mudarse a otro lugar, ofrecen un traslado seguro, se ocupan de todos los gastos, pero, ¡de eso tan bueno no dan tanto!
Según testimonios de las propias víctimas quienes lograron escapar de estas redes, cuando llegan al destino, la historia de ensueño se convierte en una pesadilla, inmediatamente les quitan sus documentos y les dicen que tienen una deuda con ellos de entre 20 a 50 millones de pesos; para saldarla; les exigen acostarse cada noche con mínimo 10 hombres para ir pagando ese dinero, si no acceden, las amenazan con asesinar a sus familiares, de los cuales tienen fotografías y toda la información posible para amedrentarlas.
Ese viaje soñado que prometía cambiarles la vida, se convierte en un infierno. Este delito degradante quita la identidad, los derechos y la condición del ser humano; lamentablemente es una realidad en pleno siglo XXI y las mujeres de nuestro país siguen siendo presas “fáciles” para estas redes criminales.
Pues; desde los años 80 las jóvenes colombianas, en su mayoría de estratos socioeconómicos bajos, se han convertido en las presas favoritas de las redes de trata de blancas nacionales e internacionales.
Las ciudades favoritas por estos criminales para reclutar mujeres son: Pereira, Medellín y Cali, con el objetivo en la mayoría de los casos de llevarlas a Panamá, Japón, Ecuador, Italia; Guatemala y China.
Recientemente; tres integrantes de una red de trata de personas fueron judicializados en Colombia, acusados de lo que les acotaba anteriormente, mismo “Modus Operandi”, engañaban a jóvenes para ofrecerles trabajo y llevarlas a Italia donde eran explotadas sexualmente y sometidas a tratos crueles, según informó la Fiscalía colombiana.
Los procesados, al parecer, reclutaban a jóvenes de escasos recursos en el Eje Cafetero y norte de Valle del Cauca; les ofrecían falsas ofertas de trabajo en almacenes de ropa en Italia y las convencían de viajar.
De esa forma, les suministraban ropa, los tiquetes de avión, dinero en efectivo y coordinaban su traslado a Bari, en el sur de Italia.
Una vez en esta ciudad europea, les retenían los documentos a las víctimas y las explotaba sexualmente para que cubrieran los gastos de manutención y completaran el dinero que les facilitaron en Colombia.
Un gran desafío siguen teniendo las autoridades colombianas para abolir de una vez por todas estas redes mentirosas que se aprovechan de la necesidad que viven muchas mujeres en nuestro país; vulneran sus derechos secuestrándolas y explotándolas sexualmente.
El Gobierno colombiano tiene habilitada una línea de teléfono gratuita (01 8000 52 2020 a nivel nacional o +57 (1) 6001035 desde fuera del país) a la que se puede llamar si se quiere consultar una oferta de trabajo demasiado atractiva, sobre la ruta de asistencia a una víctima de trata de personas, sobre recomendaciones para antes y después de viajar o para dar a conocer posibles casos de trata.
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*Comunicadora Social y Periodista, locutora, presentadora de TV. Adscrita a la Asociación Colombiana de Periodistas de Bogotá. Actualmente labora para RCN Radio, conduciendo noticiero, programa deportivo y transmisiones del Fútbol Profesional Colombiano. Directora de Cotorra Digital.
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