El exministro de Relaciones Exteriores, Jeremy Hunt, es el nuevo dirigente de la cartera de Finanzas de Reino Unido. Así lo confirmó la oficina de la primera ministra británica Liz Truss, tras la salida de Kwasi Kwarteng, este viernes 14 de octubre.
Kwarteng, que duró solo seis semanas en el cargo, confirmó mediante una carta que la líder del Gobierno le pidió “hacerse a un lado”.
«Cuando me pidieron que fuera su ministro, lo hice con pleno conocimiento de que la situación a la que nos enfrentábamos era increíblemente difícil, con el aumento de las tasas de interés y los precios de la energía a nivel mundial. Sin embargo, su visión de optimismo, crecimiento y cambio fue acertada», aseguró el ahora exministro.
Kwarteng, retirado de sus funciones pocas horas después de aterrizar en Londres tras interrumpir un viaje a Estados Unidos, abandona su posición luego de poner sobre la mesa recortes fiscales por 45.000 millones de libras esterlinas. Una propuesta que puso la moneda local contra las cuerdas y que no convenció al sector financiero ni político del país.
La primera ministra ya se había visto forzada a retirar, en cuestión de días, la oferta de rebajar del 45 % al 40% el impuesto sobre la renta para las grandes fortunas. Una medida con la que dijo que esperaba fomentar el crecimiento.
Kwarteng consideró esos movimientos necesarios. como lo volvió a señalar en la misiva en la que confirmó su salida del Gobierno. “Durante demasiado tiempo, este país ha sido perseguido por bajas tasas de crecimiento y altos impuestos; eso aún debe cambiar si este país quiere tener éxito», remarcó.
Downing Street también confirmó otros cambios en el gabinete relacionados con las finanzas del país. Chris Philp deja el cargo de secretario jefe del Tesoro y es reemplazado por Ed Argar, quien hasta ahora se ha desempeñado como ministro de Gabinete.
El primer secretario es el segundo puesto más importante del Tesoro e incluye la gestión del gasto público.
Truss, convertida en primera ministra desde el pasado septiembre, enfrenta una fuerte presión interna para tomar decisiones que mitiguen las afectaciones económicas en su nación, tras el Brexit, los altos costos de la energía en medio de la guerra rusa en Ucrania y una significativa inflación.
Algunos expertos prevén que el costo de vida para el consumidor en el territorio británico alcanzaría un máximo del 18,6% el próximo enero, nueve veces más del objetivo del Banco de Inglaterra.
Luego de que Truss se rectificara del polémico plan fiscal propuesto por Kwarteng, miembros del Partido Conservador plantean incluso aumentar la presión sobre la primera ministra para reemplazarla en su cargo, según fuentes citadas por la cadena británica BBC.
