Estados Unidos impuso el martes sanciones a un grupo de legisladores venezolanos a los que acusó de apoyar al presidente del país, Nicolás Maduro, y las venideras elecciones legislativas, que Washington ha dicho que podrían ser manipuladas.
El Departamento del Tesoro acusó a los cinco diputados incluidos en la lista negra de ser parte de un plan para manipular los comicios parlamentarios que se celebrarán en diciembre al “poner el control de los partidos de oposición de Venezuela en manos de políticos afiliados al régimen de Nicolás Maduro, socavando cualquier oposición creíble”.
La mayoría de la oposición y Estados Unidos han dicho que las elecciones de diciembre probablemente estarán amañadas a favor del partido de gobierno.
“Estados Unidos sigue comprometido en responsabilizar al régimen de Maduro y a sus partidarios por su flagrante corrupción”, dijo el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, en el comunicado.
El Tesoro incluyó en la lista negra a cuatro diputados a quienes distintos fallos del Tribunal Supremo, visto por críticos como un aliado del gobierno, otorgaron la representación de los cuatro principales partidos opositores.
Más tarde, el mandatario venezolano expresó “repudio” a la decisión del gobierno estadounidense contra los políticos.
“El grupo que gobierna Estados Unidos actúa como una mafia, de amenazas, de extorsión, de chantaje, de agresiones y utilizan el poder para eso”, dijo Maduro en una actividad de videoconferencia, transmitida por el canal estatal de televisión, VTV.
Tales decisiones judiciales son parte de lo que la oposición describe como un esfuerzo del gobierno para poner a los partidos bajo control de sus aliados en las sombras.
Los que están en la lista negra son: Miguel Ponente, Guillermo Luces, Bernabé Gutiérrez y Chaim Bucarán.
El Tesoro también impuso sanciones a Williams Benavides, el líder del movimiento izquierdista Tupamaro, que apoya a Maduro.
La medida del martes congela los activos estadounidenses de los involucrados y, en general, prohíbe a los estadounidenses tratar con ellos.
Estados Unidos y docenas de otros países han reconocido al líder de la oposición, Juan Guaidó, como el presidente legítimo de Venezuela, y consideran la reelección de Maduro en 2018 como una farsa. Pero Maduro se ha mantenido en el poder, respaldado por los militares del país, así como por Rusia, China y Cuba.
