Por: Milton Villamizar Afanador/ Fue muerto un 14 de febrero; mientras que el 15 de febrero los romanos celebraban la Lupercus, fiesta al dios de la fertilidad, en desarrollo de la fiesta, los hombres romanos semidesnudos, azotaban el vientre de las mujeres como símbolo de la fertilidad y el amor.
Luego juntan en una sola fiesta, el recordatorio de la muerte del santo San Valentín 14 de febrero y la Lupercalia 15 de febrero (fiesta de la fertilidad y el amor), para conjugando los que fueron matrimonios a escondidas y la fiesta de la fertilidad, se concibiera y naciera las fiesta de los enamorados, que en ese entonces llamaban Valentín y Valentina.
Esta celebración, inicia con el intercambio de tarjetas, de mensajes por allá en los años 1950 en estados unidos, donde hombres y mujeres intercambiaban tarjetas, mensajes, poemas como recuerdo de sus encuentros y admiración, para hoy día, convertirse en toda una celebración comercial, donde almacenes, pastelerías, panaderías, centros comerciales, moteles hacen el gran día, el día de san Valentín.
¿Y por qué celebran también la amistad?
La amistad concebida como el aprecio reciproco entre dos o más personas que envuelven no un detalle físico sino el afecto, la comprensión, la gratitud, la lealtad, el respeto, “el amar a tu prójimo como a ti mismo”.
Hoy se celebra también esa amistad, pero más que un regalo, lo que se busca es reconocer a esa persona que ofrece una palabra sincera de aliento, una bendición; o por lo menos la seguridad, que en la mente se concibe un pensamiento de bondad y no de hipocresía frente a su semejante, amigo, amiga o conocido.
Bien, han pasado casi 18 siglos, “1800 años” y por sobre la vanidad del poder, del dinero, se privilegia al ser humano, al de carne y hueso, sin mirar condiciones ni clases sociales, ni género, ni cargos o poder que ostenta o haya ostentado, ni apellidos rimbombantes comarcanos o nacionales; No, se privilegia a la humanidad, a la fertilidad, a la condición del ser humano sin más miramientos que ese, “ser humano”.
Hoy no debe importar si el detalle, es una tarjeta, una nota, una llamada, un almuerzo, una cena, una salidita, un carro, una casa etc, lo importante es celebrar con nuestros seres más próximos inicialmente, nuestros padres, hermanos, nuestra esposa o esposo, nuestras hijas e hijos, nuestros sobrinos, primos y con nuestros conocidos y amigos el valor del amor y la amistad, privilegiando el afecto leal, sincero, no para quedar bien con la galería; privilegiando al ser humano.
Dice el poema:
El amar es la gloria y la paz.
El que ama pretende servir, que el ama su vida la dá.
El que ama no puede pensar, todo lo dá, todo lo dá.
La amistad cuando es sincera
Supera cualquier barrera
No la afecta la distancia, ni el tiempo o la discrepancia.
Gran día del amor y la amistad, para todos mis semejantes, que gozan de ese gran privilegio del amor y la amistad, muchas bendiciones.
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*Abogado, especialista en Derecho Administrativo, Derecho Contencioso; Contratación Estatal; Derecho Penal; Gerencia en Salud y Maestría en Derecho Administrativo.