Por: César Camilo Hernández Hernández/ Según los eventos medioambientales ocurridos en el mundo, los estudios científicos del contexto, el análisis de expertos en las convenciones y los 51.000 millones de toneladas emitidas de GEI (Gases de efecto invernadero), podemos asegurar que estamos frente a una nueva crisis mundial.
Y podemos aseverar que estamos, porque este fenómeno ya ha avanzado contra diferentes ecosistemas, aumentando indicadores de amenazas como lo establece el Banco Mundial, llevando a la migración de poblaciones, inseguridad alimentaria, destrucción de fauna y flora, incremento de temperaturas, crisis sanitarias y mortalidad.
La situación es tan inquietante, que Bill Gates dedicó su último libro al cambio climático para despertar conciencia en tomar medidas prioritarias a nivel global y sociedad, este empresario y filántropo basado en sus investigaciones siempre va un paso adelante y para este caso expresa la preocupación en el aumento del periodo para llegar a cero emisiones de GEI.
Desde su experiencia, Gates, invita a generar un plan de choque mundial, el cual estipule como meta máxima el 2050 para lograr la transición no solo en la eliminación de GEI, sino de implementación de energías limpias, buenas practicas ambientales, uso de recursos renovables, cumpliendo con las indicaciones de ‘Cómo evitar un desastre climático’.
El consenso entre gobiernos y las industrias deberá ser articuladamente mediante acciones eficientes y radicales, dentro de un marco de nuevas estrategias como: aumento de reservas forestales, la disminución de combustibles fósiles, la incursión en energía eólica, solar, hidrogeno verde y la trasformación hacia la movilidad eléctrica y saludable, dentro de una variedad de cambios fundamentales en todos los ámbitos.
Los acuerdos de la lucha contra el cambio climático se consolidan en políticas de estado mundial tal como el Acuerdo de París 2015, creando incentivos, subsidios y financiación a la implantación de procesos limpios y amigables con el medio ambiente, por medio de un acompañamiento y seguimiento a cada una de las estrategias de los países e intrínsecamente a las empresas y ciudadanos.
Los seres humanos juegan un papel importante en prevenir que la adversidad aumente, la conservación de los ecosistemas y territorios impiden la destrucción de hábitats, la alineación con buenos de hábitos cotidianos de alimentación, movilidad, manejo de residuos, uso de energías, contribuyen a la reducción en la emisión del CO2, siendo el gas mas producido por la humanidad.
Colombia considerado un país con alto grado de biodiversidad ha sido golpeado por el cambio climático, según el Ministerio del Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, Invemar y el Ideam, las regiones se han visto afectadas por inundaciones, incendios, vulnerabilidad en los recursos hídricos, aumento de enfermedades, deforestaciones, perdidas de zonas costeras y animales en extinción.
En el 2020 se realizó la actualización de los NDC establecidos en el Acurdo de París para cada país, este conjunto de metas, iniciativas y acciones son las que aportan a la temperatura global por debajo de los 2°C, Colombia ha establecido su hoja de ruta en la mitigación de las afectaciones a los territorios dentro de la política de reducir un 20% de emisiones del GEI al 2030.
Seguido de la reducción, se ha estipulado un plan de acción con representantes del sector privado, públicos, organizaciones de cambio climático, comunidades, en materia de incentivos, beneficios y financiación en proyectos en pro del cambio climático, además de fortalecer los procesos y acciones de todos los sectores con apoyo transversal en ciencia, tecnología e innovación
Las naciones, las empresas y la sociedad tienen que interiorizar el alcance destructivo del cambio climático, teniendo en cuenta que su única cura se da en la mitigación y prevención de sus efectos, no podemos a quedarnos sentados a esperar una vacuna para el planeta tierra.
*Ingeniero Industrial, Especialista en Gerencia de Proyectos y Magister en Administración.
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