Por: Adriana María Barba/ Recientemente en las noticias, desde el surgimiento del movimiento #YoTambién desencadenado por el ‘Caso Weinstein’ no es inusual escuchar historias de mujeres que animadas por el testimonio de otras mujeres con historias similares encuentran la valentía para denunciar a sus agresores.
Las historias que desafortunadamente eran de siempre, en las que un hombre poderoso abusando de su posición se aprovechaba físicamente de una mujer han dejado de ser silenciadas y ocupan titulares de medios tan respetables como The New Yorker y El New York Times.
Pero… ¿un juez nominado a la Corte Suprema de Estados Unidos?
Afortunadamente la percepción equivocada en la que creíamos que este tipo de incidentes les sucedían a otros está dejando de ser la norma y ya es conocido, gracias a la enorme cantidad de testimonios, que, aunque por muchos años se han intentado normalizar estos incidentes de abuso, no es lejanamente normal el tomar ventaja de una mujer sin que haya consecuencias.
Actualmente se discute en los medios las alegaciones con respecto al juez nominado a la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos, Brett Kavanaugh y muchos de sus defensores, la mayoría del partido republicano, basan sus argumentos en que abogados, jueces y estudiantes de derecho, al estar al conocimiento de que sus acciones van en contra de la ley, no son capaces de cometer este tipo de abusos. Lo cual es totalmente en contra de cualquier lógica. Mientras, es posible, debido a su conocimiento de la ley, que puedan verbalizar de maneras alternativas las circunstancias, la profesión o estatus social de un agresor es totalmente irrelevante como defensa al hecho de cometer el abuso.
El aspecto que es extremadamente peligroso, es que una persona que sea acusada de cometer este tipo de abusos, sea elegida para sentarse en la que posiblemente sea la Corte más influyente del mundo, particularmente después de que se lleve a cabo una investigación concluyente. Al tener la Corte Suprema de Estados Unidos la posición que ostenta, el ejemplo que daría al resto del mundo sería totalmente en contra del derecho, el mensaje que ese nombramiento daría iría totalmente en contra del respeto por las leyes y sería un contraataque al movimiento #YoTambién.
La noticia del año
El movimiento #YoTambién fue elegida como la noticia del año en el 2017 y aunque el avance de las revoluciones sociales nunca es fluido, es claro que el movimiento avanza y tiene alcances internacionales. La catarsis que ha creado ha superado las fronteras de Estados Unidos y muchos hombres en todos los ámbitos han sido o acusados o han dimitido de sus posiciones después de reconocer que eran culpables de algún abuso.
Caso Colombia
Lo que es claro es que en Colombia nos queda mucho por avanzar con respecto a los derechos de la mujer, una encuesta realizada por las organizaciones sociales: Asociación Mujeres y Madres Abriendo Caminos – AMMAC, Asociación Red de Mujeres Víctimas y Profesionales, Asociación Santa Rita para la Educación y Promoción- FUNSAREP, Centro de Promoción y Cultura – CPC, Centro Regional de Derechos Humanos y Justicia de Genero -Humanas Colombia, Coalición Contra la Vinculación de Niños, Niñas y Jóvenes al conflicto armado en Colombia-COALICO, Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo, Corporación Casa de la Mujer, Corporación Mujer Sigue Mis Pasos, Corporación Vamos Mujer, Humanidad Vigente Corporación Jurídica y Ruta Pacifica de las Mujeres, reveló que cada hora 16 mujeres son víctima de violencia sexual en Colombia.
La encuesta comprendió los años 2010 – 2015, estableciendo un total de 875.437 mujeres agredidas, estimando que 620.418 guardaron silencio por no saber a dónde acercarse a denunciar o por el temor que genera la denuncia a sus agresores.
Es nuestra responsabilidad como sociedad, el establecer como valor fundamental el respeto a la mujer, las mujeres aportamos un más que probado valor a la esfera pública y privada. La consecución de los derechos de la mujer, que indudablemente incluye la prevención del abuso y el apoyo a las víctimas, aparte de promover el bienestar social, lo que es prioridad, también fomenta la economía mundial y el desarrollo sostenible, lo cual es de interés global. Es para beneficio de todos que se asegure la protección de los derechos de las mujeres.
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