Por: Paola Guarín/ La Agencia Nacional de Hidrocarburos -ANH, aprobó el segundo proyecto piloto denominado el “Platero” de fracking a Exxon Mobil en Santander, para realizar “una investigación integral de fracking en la cuenca del Valle del Magdalena en el municipio de Puerto Wilches, en la misma región en donde la petrolera colombiana Ecopetrol avanza con un piloto autorizado previamente, precisó la ANH.
Poco a poco se vislumbra el desesperado y osado interés del Gobierno Nacional en impulsar la investigación en el aprovechamiento de recursos no renovables por medio de los tan sonados “Proyectos Especiales de Investigación –CEPI.
Ahora bien, hablar de fracking es espinoso, con poco balance que debe abordarse con suma delicadeza si de objetividad se trata. Según la autoridad máxima en hidrocarburos los esfuerzos del país son orientados para determinar si se permitirá la fracturación hidráulica, que rompe las formaciones rocosas con líquido presurizado para producir hidrocarburos.
Analizando la tendencia del mercado del petróleo, en la Bolsa y en especial en nuestro país, donde se registró una caída en su producción de petróleo de 11,8% interanual en 2020 a 781.300 barriles promedio diarios, tiene un potencial de entre 3.000 millones y 9.000 millones de barriles de crudo equivalentes en yacimientos no convencionales, es decir entre 2 y 6 veces las reservas actuales, según el Gobierno Nacional Colombiano, pese que el máximo tribunal administrativo de Colombia – El Consejo de Estado, estudia actualmente una demanda que busca prohibir en el país la técnica de fracking.
Si revisamos los gloriosos antecedentes que surcan la prestigiosa Exxo Mobil a nivel mundial, deja entre ver que esta empresa es reconocida por presuntamente ejercer malas prácticas y ocultar información referente a los impactos negativos del fracking y explotación minera, donde en la actualidad existen demandas en su contra en los tribunales Americanos.
Un juez federal condenó en el mes de marzo de 2021a Exxon Mobil a pagar una multa de 14,25 millones de dólares por una demanda de hace 11 años sobre el presunto incumplimiento de la Ley de Aire Limpio durante ocho años en su refinería insignia de Baytown, Texas. En la decisión según el Centro Nacional de Derecho Ambiental habían probado miles de casos de quema ilegal y liberación no autorizada de contaminantes que causaron humo, olores químicos, ozono a nivel del piso y problemas respiratorios.
Dime con quién andas y te diré quien eres, es un buen adagio popular para comparar el comportamiento de las empresas internacionales de exploración y explotación minera, hecho que marca una gran pauta a tener en cuenta en estos procesos de investigación de hidrocarburos, que si bien ofrecen garantías financieras y técnicas en los proyectos, lo cierto es que llevar a cabo esta técnica de fracking necesita realizar cientos de pozos ocupando amplias áreas e inyectar en ellos millones de litros de agua cargados con un cóctel químico y tóxico para extraer el gas.
Mediante estas perforaciones y pozos, se introducen tuberías. A una profundidad de hasta 5.000 metros, se perfora nuevamente, esta vez en horizontal. Entonces se introduce gran cantidad de agua mezclada con químicos y explosivos, a presión, y se producen pequeñas explosiones que rompen la roca y liberan el gas pizarra, que saldrá nuevamente por las tuberías a la superficie. Es en este proceso donde se ha demostrado que puede haber escapes de agua contaminada con productos químicos, además de actividad sísmica inducida por las explosiones. ¿Les suena este proceso amigable con el medio ambiente?
El fracking o fractura hidráulica horizontal, según algunos estudios advierten de que puede tener un impacto negativo sobre el medioambiente, y también conlleva riesgos para la salud de los seres humanos. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el mercurio es un elemento que está presente en el aire, el agua y los suelos. Existe en varias formas: elemental o metálico, que se encuentra en el suelo; inorgánica, que es utilizada en procesos industriales, y la orgánica, resultante de la liberación en el ambiente, en el que ciertas bacterias lo transforman en metilmercurio. Esta última es la que se encuentra en la fauna marina y es la más común en humanos.
Enfrentar la crisis climática de forma rápida es el mayor reto de la humanidad en la actualidad. La conexión inexorable de la crisis con la extracción y uso de combustibles fósiles hace imperativa una transición energética lo más pronto posible. Esta transición energética debe ser realmente conducente a revertir la crisis. En consecuencia, no basta con aumentar la producción de energías renovables y otras estrategias verdes, si simultáneamente no se detiene muy pronto la extracción y quema de combustibles fósiles.
Los combustibles fósiles que aún pueden usarse sin superar los umbrales de los presupuestos de carbono deben destinarse cuanto antes a apalancar otras tecnologías energéticas renovables. A esto deben destinarse los hidrocarburos de yacimientos convencionales. Pero desafortunadamente en Colombia, donde se pretende establecer en Santander como un Conejillo de Indias a las pruebas piloto de las investigaciones de fracking.
Debe recordar el Gobierno nacional que la Ley 1751 de 2015 o Ley Estatutaria de Salud, devolvió a la Salud su condición de derecho fundamental, en el artículo 1° establece que la ley tiene por objeto garantizar “el derecho fundamental a la salud, regularlo y establecer sus mecanismos de protección” (Ley 1751, 2015, art. 1), posteriormente, en desarrollo del Artículo 9°. Determinantes sociales de salud. se obliga al estado a “adoptar políticas públicas dirigidas a lograr la reducción de las desigualdades de los determinantes sociales de la salud…” y resalta que “el legislador creará los mecanismos que permitan identificar situaciones o políticas de otros sectores que tienen un impacto directo en los resultados en salud…” y en el parágrafo del precitado artículo enlista cada uno de los diferentes determinantes: “…tales como los sociales, económicos, culturales, nutricionales, ambientales, ocupacionales, habitacionales, de educación y de acceso a los servicios públicos…” (Ley 1751, 2015, art. 9).
Esperemos que los resultados de estos avances en la exploración no sean lesivos y que se puedan replantear estas prácticas poco amigables con nuestro medio ambiente y recursos naturales, así mismo espero que los grande políticos y líderes de la región, que representan la democracia del pueblo santandereano se pronuncien al respecto tomando la batuta en la vigilancia y control político de estas prácticas de explotación minera que deja muy malas experiencias y altas demandas, como se puede ilustrar en países anglosajones.
*Abogada.
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