Por: Diego Ruiz Thorrens/ No sé cuántas veces he repetido el argumento, pero lo diré una vez más: el Mundo enfrenta un momento oscuro, apocalíptico, dónde la unión de sectores políticos estratégicos, contrarios a los Derechos Humanos, posicionados logísticamente en el ajedrez del poder, quieren llevarnos al tiempo de las cavernas. Colombia no es la excepción. De eso no queda ninguna duda.
El éxito de esta avanzada se da gracias a la utilización (satanización, para ser más específicos) de temas que ya deberían estar superados, como son el reconocimiento de los derechos de las Mujeres o los derechos de las poblaciones LGBTI. Sin embargo, estos sectores políticos insisten en que al brindarles derechos a las Mujeres y a los LGBTI ponemos en un “verdadero peligro a la humanidad, a la familia”, generando a partir de este recelo la más brutal desinformación, y por extensión, creando un ambiente irracional de miedo extremo hacia las minorías, logrando así de paso anclarse aún más en el poder, sin importar el precio que esta cacería de brujas pueda arrojar sobre los más vulnerables.
Cada día, con mayor descaro y sin ninguna pizca de decoro o diplomacia en sus discursos, estos sectores han logrado llegar a un nuevo nivel en su carrera de odio, mucho más elevado y vertiginoso, dónde quieren hacernos ver enemigos dónde no existen.
Me explico: tres (oscuros) personajes políticos sobresalieron en los últimos días gracias a la crueldad pronunciada en sus discursos políticos contra Mujeres y los LGBTI, masificados vía Twitter y Facebook Live.
El primero, Rafael Nieto Loaiza del Centro Democrático, declarado enemigo de los derechos de las Mujeres, manifestó que “no existe el derecho a la autonomía de la Mujer”. Ratificó que “no existe ningún instrumento de derecho internacional (que deba proteger a las Mujeres)” y que al contrario, existe “una avanzada sistemática de carácter cultural encargada de venderle al ciudadano (la ilusión de) la existencia de esos derechos”. Palabras más, palabras menos, las Mujeres no son sujetas de derechos y por lo tanto, no son dueñas de sí mismas. ¡Bienvenidos a la época colonial!
La segunda fue la senadora María del Rosario Guerra, alfil del expresidente Álvaro Uribe. Hace pocos días, en medio del cuestionado evento de la Cumbre Transatlántica realizada en la ciudad de Bogotá (un evento privado pero realizado con fondos públicos) la senadora expresó: De la Cumbre de @PNfvalues realizada en Bogotá Solicitamos a nuestros gobiernos, @CancilleriaCol, que exijan a @OEA_oficial no usar los aportes que hacen nuestros países para promover el aborto en nuestra región”. (06 abr. 19)
Y en el plano local, el tercer y último de los personaje, Sonia Navas, Concejal por la ciudad Bucaramanga perteneciente al partido Liberal, afirmó que las personas LGBTI son “personas enfermas”, asegurando a su vez que “la ciudad de Bucaramanga es pionera en población LGBTI”.
Algunas personas, quizás en medio del más recalcitrante machismo o prejuicio hacia los derechos (reconocidos a nivel Nacional e Internacional) que tienen las Mujeres o las poblaciones LGBTI se preguntarán ¿Dónde está lo “desafortunado” de las anteriores declaraciones? Aquí explicaré por qué son miserables y desafortunadas todas las anteriores declaraciones:
Decir que las Mujeres no tienen derecho a la autonomía sobre sus cuerpos no sólo es completamente desafortunado. También es criminal. Es reafirmar que las Mujeres dependen de la voluntad y de la justicia impartida por los hombres, y por ello, la “tal violencia de género” no es más que una ilusión o un cuento.
De la misma forma, es poner a nuestra nación al nivel de otros países dónde las mujeres sencillamente no existen como sujetas de derecho (Irán, Sudáfrica o Marruecos por sólo mencionar algunos), dónde la lógica de la violación sexual, la falta de acceso a educación, el matrimonio forzado (algunas siendo niñas) es más común de lo que pensamos. Países donde muchas mujeres son asesinadas por el solo hecho de ser Mujeres. ¿Si me van entendiendo?
Nieto y Guerra hablaban también de la “autonomía” de las Mujeres sobre sus cuerpos en relación a temas como los derechos a una salud sexual y reproductiva integral, al acceso a información en prevención de ITS y VIH o la interrupción voluntaria del embarazo, ésta última reconocida por la Ley Colombiana bajo tres causales.
Para ambos políticos, su lógica del acceso al aborto se da bajo un raciocinio débil y condenadamente mezquino, nunca bajo argumentos racionales: “es que las Mujeres abortan como método de planificación”. Quizá el más peligroso de los argumentos es: “cuando una mujer queda embarazada su cuerpo deja de pertenecerle”.
Debe quedar claro que una mujer no aborta “por placer o por planificar”, o porque amaneció diciendo “hoy es un día bello para abortar”. Las tres causales legales son específicas (violación, malformación del feto, exposición de la vida de la Madre) y ninguna, ninguna, agradable. Pero gracias a estos argumentos el aumento de la violencia obstétrica, los ‘argumentos’ de conciencia por parte de algunos médicos buscando estar exentos de la realización de un aborto terapéutico siguen llevando a la muerte a cientos de miles de Mujeres en el Mundo por culpa de la realización de abortos clandestinos.
¿Sabían ustedes que en aquellos países donde el aborto es legal y accesible, y donde la información sobre salud sexual y reproductiva no presenta barreras las Mujeres tienen mejor calidad de vida y paulatinamente han disminuido las tasas de aborto? Ahí les dejo la inquietud.
Por otra parte, afirmar que las poblaciones LGBTI son “enfermas” sólo ayuda a la construcción de estigmas que al final, afectarán a los más vulnerables dentro de los sectores vulnerables, como son los Niños, Niñas y Adolescentes LGBTI.
Concejal, ¿En serio piensa que alguien le cree cuando dice que “se le cruzaron los cables” en su declaración?
Me preocupa que crezca la validación de la violencia en contra de la Mujer y la diversidad sexual gracias al lobby y al obsceno recurso económico que inyectan Iglesias, cultos y otros partidos de ultra derecha internacional a senadores, representantes y demás políticos que detestan la libertad individual, los derechos de la Mujer y la Diversidad Sexual. Que el mensaje de odio hacia la diversidad, lo diferente, siga siendo premisa política de muchos.
Más aún, me preocupa asusta que sigamos votando por los mismos que siguen trabajando bajo el mismo discurso de mezquindad. Pareciera que el mensaje es “mejor aprender a odiar para conseguir unos voticos que trabajar por la inclusión y la paz”, porque al final, eso de la tal “inclusión” no sirve para nada. Quizá la rectitud política y actuar correctamente no dan votos, mucho menos dinero.
Twitter: @Diego10T