Las elecciones legislativas y locales de este pasado domingo en México se plantearon como un examen para la figura del presidente Andrés Manuel López Obrador. Tras conocerse los resultados preliminares del Instituto Nacional Electoral (INE), se puede afirmar que AMLO ha pasado la prueba, pero ha perdido parte del apoyo que en 2018 le aupó a la presidencia del país.
«Considerando los desafíos que enfrentaba esta jornada electoral, en el contexto de la pandemia de Covid-19, el balance es sin duda positivo para nuestra sociedad y para la democracia mexicana», expresó en un mensaje virtual Lorenzo Córdova, presidente del INE.
Según el conteo rápido de este organismo, el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) del presidente obtendrá entre 190 y 203 escaños de los 500 con los que cuenta la Cámara Baja mexicana. Suficientes para seguir siendo el partido mayoritario, pero lejos de los 253 que en 2018 le dieron la mayoría absoluta.
Pese a ello, AMLO podrá seguir contando con dicha mayoría gracias a los resultados de sus aliados, el el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde (PVEM), con los que alcanzaría entre 255 y 292 escaños. Insuficiente, sin embargo, para alcanzar los dos tercios necesarios para implantar reformas en la Constitución como pretende el presidente.
Por su parte, la coalición “Va por México” se quedaría en la oposición con entre 181 y 213 escaños. En ella, el derechista Partido Acción Nacional (PAN) ganó entre 106 y 117, el exgobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) entre 63 y 75, y el izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD) entre 12 y 21.
Victoria en nuevos estados para el oficialismo
En estas elecciones se votaba asimismo por la renovación del poder en 15 de los 32 estados de México. En este punto, los candidatos del partido de López Obrador han conseguido la victoria en ocho de los estados en contienda, consiguiendo de este modo ser el partido que más estados controla en todo el país en detrimento del PRI.
A Ciudad de México, Puebla, Chiapas, Veracruz y Tabasco, el partido Morena suma ahora aja California Sur, Colima, Guerrero, Tlaxcala, Sinaloa, Sonora, Nayarit y Zacatecas.
Antes de saber los resultados preliminares del INE, el dirigente nacional del PAN, Marko Cortés, aseguró que Maru Campos y Francisco Pelayo serían los nuevos gobernadores de Baja California Sur y Chihuahua. En Hidalgo, los candidatos principales Mauricio Tabe (de la coalición PAN-PRD-PRI) y Víctor Hugo Romo, de Morena, también se habían proclamado ganadores.
Asimismo, Adrián de la Garza y Samuel García, del Partido Revolucionario Institucional y Movimiento Ciudadano respectivamente, se habían declarado ganadores en Nuevo León. Actos, todos ellos, que tildaron de «irresponsables» desde el INE.
Datos de participación
El Instituto Nacional Electoral (INE) registró que unas 32.000 personas votaron desde el extranjero desde 89 países. De estos, unas 21. 585 (67%) sufragaron de manera electrónica, mientras que otras 10. 720 hicieron lo propio por método postal –equivalente a un 37%–.
Los colegios electorales cerraron tras 10 horas de una elección de más de 20.500 cargos públicos, entre ellos de la Cámara de Diputados, que se desarrollaron con algunos incidentes violentos.
Los centros de votación clausuraron a las 18.00 hora local en el centro y este de México, mientras que el cierre total se dio oficialmente pasadas las dos horas en regiones occidentales. Según el INE se instalaron el 98% de las mesas de votación, mientras que otras no pudieron hacerlo debido a la inseguridad.
Violencia fue minimizada por autoridades
El ataque armado a la sede de un partido político, restos humanos en un centro de votación y la destrucción violenta de una mesa electoral, no cesaron incluso en el día de la votación. Las autoridades los comunicaron como hechos aislados, pero fueron actos de gran violencia.
En Tijuana, Baja California, varias personas arrojaron cabezas humanas en dos mesas de votación durante las elecciones federales de este domingo. El primer incidente ocurrió a las 09.00 de la mañana cuando un hombre se acercó a un colegio casilla 1440 y arrojó una cabeza humana para después darse a la fuga.
Unos 40 minutos después, otro suceso similar ocurrió en otra calle de la ciudad fronteriza a unos cien metros de distancia de otro puesto de votación. Un tercer suceso en el que arrojaron restos humanos ocurrió en el barrio Mariano Matamoros, según reportes locales.
La mañana empezó en parte con «normalidad», pero también con otros actos violentos relacionados a las elecciones en Mexicali. Sobre las 05.00 hora local una camioneta con hombres armados disparó contra el edificio administrativo del partido Morena, el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador. No se reportaron heridos ni detenidos.
Erik Ulises Ramírez, candidato del partido de oposición Movimiento Ciudadano y que sobrevivió a un intento de asesinato el mes pasado en Cocula (Guerrero), aseguró que la violencia ha ido en aumento y que dos de sus colaboradores fueron secuestrados, golpeados y posteriormente liberados. «Es muy lamentable que esto esté pasando, realmente mal. Muestra la gran impunidad que existe y el vínculo de algunos de estos grupos con la política», refirió Ramírez.
No hubo «incidentes de gravedad»: OEA
Santiago A. Canton, jefe de la misión de observación electoral de la Organización de los Estados Americanos (OEA) desplegada en México, opinó no haber detectado «incidentes de gravedad» que pudieran afectar a los comicios intermedios y a sus resultados.
«Los observadores de la OEA no han encontrado incidentes de gravedad que puedan alterar de manera significativa estas elecciones», explicó Canton tras visitar el punto de votación ubicado en la Universidad de Pedregal, en la capital mexicana.
Canton sostuvo que «ha habido incidentes como los hay en todas las elecciones», como el retraso en la apertura de puntos de votación, pero aseguró que el Instituto Nacional Electoral (INE) está «actuando para resolverlos».
Una versión que respaldó el presidente del Instituto Electoral, Lorenzo Córdova, quien aseguró que estaban instalados el 81,3% de los puntos de votación en todo el país.
«Lamentablemente estos incidentes ocurren elección tras elección, tenemos estos episodios lamentables pero aislados de violencia, son recurrentes en un país con la conflictividad social que tiene este», concretó Córdova.
«Ejercí mi derecho al voto, como millones de mexicanas y mexicanos que hoy se están apropiando de su elección», escribió en su cuenta de Twitter Córdova, al tiempo que agregó que «al INE no le importa quién gana ni quién pierde en las urnas; lo único que nos importa es la legalidad, la equidad y la certeza en la contienda política».
Este domingo, más de 93 millones de mexicanos y mexicanas acudieron a las urnas para unas elecciones federales excepcionales. Tras la reforma electoral de 2014, coincidió en un mismo día la elección de más de 20.500 cargos de diferentes niveles en todo el país, convirtiendo a estos comicios en los más grandes en la historia de México.
En concreto, se votó por la renovación de los 500 escaños de la Cámara de Diputados, a 15 de los 32 gobernadores de las regiones de la nación y 30 de las asambleas. También por la renovación de unas 1.900 alcaldías.
Violencia con antecedentes
Sea quien resulte vencedor en su zona, el reto general será controlar la espiral de violencia que vive México, algo que ha sido duramente criticado en esta campaña. Pese a ello, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró esta semana que el país «está en paz». «Yo solo puedo manifestarle al pueblo de México, y lo hago como siempre, de manera responsable, que el país está en paz, hay gobernabilidad, no hay riesgos de inestabilidad», afirmó.
Lo cierto es que durante la campaña se han registrado más de 780 agresiones contra políticos, superando la cifra de las elecciones federales, regionales y locales de 2018. Desde diciembre, más de 90 políticos han sido asesinados, 36 de los cuales se postulaban o buscaban postularse a estas elecciones.
Este pasado sábado fue asesinado un candidato a alcalde en Veracruz por el Movimiento Ciudadano (MC) y fue secuestrado un alto cargo del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Sinaloa, mientras que en la noche del viernes fue asesinado un funcionario del Instituto Nacional Electoral (INE).
Hechos que deberían ser una anomalía en democracia y por los que la misión de observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA) mostró «profunda preocupación», a la par que hizo un llamado a «todos los sectores políticos (para) promover un ambiente de paz para que el domingo haya una jornada cívica y libre de violencia».