Por: Yessica Molina Medina/ El Gobierno colombiano recibió críticas desde muchos frentes sociales por demorarse para negociar las vacunas contra el Covid-19 con los varios laboratorios que desarrollaron una en tiempo récord y en salvamento de la humanidad.
Mientras las potencias (Estados Unidos, Reino Unido, Francia…) vacunaban a toda marcha a sus residentes, Israel se despedía de los tapabocas por haber vacunado a su población y Chile surgía como un gran ejemplo regional y mundial por su eficiente plan, en Colombia estábamos entre las promesas de los primeros envíos de los laboratorios y unas escasas dosis que empezaron a llegar casi a cuenta gotas en comparación, de nuevo, con otros países.
Entre tanto, el Gobierno pedía calma y aseguraba que las negociaciones para adquirir los biológicos estaban listas y que en este año serían vacunados 35 millones de nacionales, lo cual no produjo más que burlas y críticas feroces, agravadas por la tercera ola de la pandemia, que rompió todos los hitos estadísticos posibles después de casi un año (contagios, muertes, UCI repletas, falta de oxígeno y otros insumos).
Cuatro meses después el panorama ha cambiado. No digo que el Gobierno pueda cantar victoria ni vanagloriarse, pero sí puede decir que está haciendo la tarea. Hasta el 22 de julio, en el país habían sido aplicadas 24.535.789 dosis. Y lo más importante: poco más de 10 millones ya tenían sus dos dosis o la dosis única (Pfyzer), es decir, el esquema completo. Esto se traduce en casi el 20 % de la población colombiana.
Los expertos han coincidido en que la anhelada inmunidad de rebaño se alcanza con el 70-75 % de la población. Evidentemente, estamos lejos todavía, pero el horizonte se ve claro. Las dosis siguen llegando y el Gobierno tiene negociada la cantidad suficiente, como lo dijo desde febrero. De hecho, salvo algunos malentendidos, todos los días hemos tenido vacunación, en orden y sin mayores tropiezos (claro, hubo algunas aglomeraciones y cancelaciones desafortunadas, pero la experiencia ha ido perfeccionando el proceso).
Tanto es así que el problema hoy está en otro lado: hay vacunas, pero no pacientes. Y ello es preocupante también: millones de colombianos que ya podrían y deberían estar inmunizados no aparecen (seguro por miedo, mitos, tal vez falta de información). Por ejemplo, en el grupo entre 50-59 años faltan 4 millones por recibir la primera dosis.
La disponibilidad de biológicos es alta: el Gobierno había distribuido (de nuevo hasta el 22 de julio) casi 30 millones, es decir, el jueves había 5 millones listas para aplicar. Y no cesan los anuncios de nuevos cargamentos, entre ellos uno muy importante: una donación de 3,5 millones hecha por el Gobierno de los Estados Unidos (del laboratorio Moderna). Así que mal contado, y sumando otros envíos, tenemos 10 millones de dosis disponibles.
Esto fue lo que le permitió al Ministerio de Salud anunciar que la población entre 30-35 años ya puede entrar al plan de vacunación y a municipios con menos de 100.000 habitantes vacunar a toda su población (con las excepciones por condiciones de salud especiales).
A pesar de todo esto y de un horizonte bastante más optimista, aún estamos lejos de los 35.000.000 de personas con el esquema completo. El Gobierno mantiene su promesa de alcanzarlo este año y, dicho sea con cautela, parece que lo logrará, o que por lo menos estará muy cerca. Esto no quiere decir que tendremos unas fiestas decembrinas como las de antes, pero seguramente sí más familias reunidas y festivas.
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*Master en comunicación estratégica, profesional Comunicadora Social- Periodista, asesora política y relacionamiento público y experta en marketing político.
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