El contratista Emilio Tapia será enviado a la Unidad de Medidas Especiales de la penitenciaria La Picota en Bogotá, acorde a la decisión que había tomado un juez de que el investigado debía permanecer en una cárcel de máxima seguridad.
«Allá se brindarán todas las garantías de seguridad para que responda ante la justicia», aseguró el ministro de Justicia, Wilson Ruiz.
El juez 35 de control de garantías de Bogotá, encargado del caso de Tapia por el contrato de Centros Poblados y el Ministerio de las TIC, había resuelto no atender a la solicitud que había realizado la defensa del procesado, en la que pedía que fuera recluido en la cárcel Modelo de Barranquilla.
Según Alejandro Sánchez, abogado de Tapia, el acusado debía permanecer en Barranquilla porque estaba bajo un proceso médico en la ciudad con el que tenía que continuar.
No obstante, pese a que ni la Fiscalía ni la Procuraduría se opusieron a tal solicitud, el juez había determinado que Tapia debía ser recluido en una cárcel de máxima seguridad. La cárcel Modelo de Barranquilla no es un penal que cumpla con tales requisitos, por lo que no podía ser enviado allí.
El funcionario judicial decidió, entonces, que el Inpec sería el encargado de resolver a dónde iría Tapia, fuera a La Picota en Bogotá, La Tramacúa en Valledupar o a la cárcel de Cómbita en Boyacá, pues son los penales de máxima seguridad.
«En La Picota, el privado de la libertad tendrá condiciones de alta seguridad y un control permanente por parte de los funcionarios del Inpec. Con esta medida se cumple la disposición de la autoridad judicial», resolvió Mariano Botero Coy, director general del Inpec.
