Golpe significativo al comercio ilícito y a las redes de contrabando que afectan la economía y la salud pública en el departamento.
En un operativo realizado por el Grupo Anticontrabando de la Secretaría de Hacienda y la Policía Fiscal y Aduanera (Polfa), se incautaron 5.700 cajetillas de cigarrillos y 1.705 botellas de licor nacional, extranjero sin estampilla y presuntamente adulterado en una bodega del centro de la capital santandereana.
El valor estimado de esta mercancía ilegal superó los 53 millones de pesos y representa un golpe significativo al comercio ilícito y a las redes de contrabando que afectan la economía y la salud pública en el departamento.
El whisky, aguardiente, ron, vino y vodka son los licores que más comercializan de manera ilegal y se consumen sin la estampilla departamental.
“Los santandereanos ponen en riesgo su salud y la de sus familias con el consumo de estos productos. Además, perjudican las finanzas del departamento que son destinadas para dar cumplimiento a las metas del Plan de Desarrollo. Por eso los invitamos a comprar en establecimientos confiables y que verifiquen a través de la plataforma Syctrace la legalidad de las estampillas”, afirmó el secretario de Hacienda de Santander, Félix Eduardo Ramírez Restrepo.
El éxito de esta operación es el resultado del arduo trabajo y la colaboración entre las autoridades competentes, quienes continúan fortaleciendo los mecanismos de control y vigilancia en puntos estratégicos de ingreso y salida de mercancías en la región.
La colaboración ciudadana es fundamental en la lucha contra este tipo de delitos, por esa razón se dispuso la línea anticontrabando 159, disponible las 24 horas.
“Nuestro Grupo Operativo trabaja día a día por llegar a todos los municipios de Santander en compañía de la Policía. Hasta la fecha hemos llegado a 30 municipios y cerrado 23 establecimientos que perjudican a nuestra población. Seguiremos avanzando”, añadió Ramírez Restrepo.
El licor importado que se aprehende queda bajo supervisión y custodia de la Polfa, y el nacional bajo custodia de la Gobernación de Santander, los cuales después de un tiempo determinado son destruidos en las bodegas del operador logístico Almagrario, ubicado en Girón.