En España, las Islas Canarias recibieron el pasado 21 de octubre a más de 1.000 migrantes en solo 24 horas. Desde África, llevaron a cabo un largo camino para llegar hasta el Viejo Continente. La llegada del pasado sábado se dividió así: a la isla El Hierro llegaron 783 personas, 98 a Tenerife y 150 a Gran Canaria. Dentro de los pasajeros que llegaron a las costas españolas había menores de edad.
El Hierro, la isla del archipiélago más occidental y la menos poblada, ha sido la mayor receptora de migrantes con más de 1.200 personas en condición de tránsito migratorio, cuando su población total es de cerca de 11.000 habitantes.
Una de las embarcaciones que transportaba a los migrantes llevaba a bordo a más de 300 personas, un suceso sin precedentes según los equipos de rescate. Una barca de madera fue el método de transporte que marcó un récord de llegadas en una sola embarcación, según información de La Cruz Roja, que atendió el arribo de la gran cantidad de personas. Una embarcación con 271 personas a bordo llegó a El Hierro el pasado 3 de octubre, este había sido el máximo registrado hasta entonces.
En el puerto de Arguineguín, una localidad de Gran Canaria, las embarcaciones de madera de antiguos viajes de migrantes estaban varadas en el puerto.
Con el paso del tiempo, las siete islas que conforman el archipiélago se han convertido en el principal destino de los migrantes que buscan llegar a España y el resto de Europa. Durante este año, los flujos migratorios provenientes de Senegal y otros países africanos han aumentado.
Según datos oficiales, entre el 1 de enero y el 15 de octubre de este año, las Islas Canarias recibieron a 23.537 migrantes, una cifra mayor a la del año pasado durante el mismo periodo de tiempo. Además, la organización benéfica Walking Borders informa que en lo que va del año, al menos 1.000 personas han fallecido en el intento de emprender esta difícil travesía.
Una ayuda millonaria
Para hacer frente a la crisis migratoria, el Gobierno español está preparando un paquete de ayuda de más de 50 millones de dólares. Un apoyo que espera aliviar la situación de emergencia ocasionada por un “flujo migratorio extraordinario”, según las palabras del ministro español de Migraciones y Seguridad Social, José Luis Escrivá, durante el pasado jueves.
El plan de ayuda del Gobierno también apoyará a más de 4.000 niños y adolescentes no acompañados y que están en custodia de las autoridades locales.
A partir de octubre de este año, semana a semana han llegado a las Islas Canarias cerca de 4.000 migrantes. Si esta tendencia continúa, las costas del archipiélago podrían superar el récord de llegada de migrantes establecido en 2006, cuando a las costas de las islas españolas llegaron casi 32.000 migrantes.
La situación también es alarmante por los medios de transporte utilizados por los migrantes, quienes en su mayoría se sirven de barcas de madera que no están en las mejores condiciones. No obstante, el jueves pasado 59 migrantes fueron rescatados -incluído un bebé- en el puerto de Arguineguín, en Gran Canaria, cuando cruzaban el Atlántico en una lancha de neumáticos.
Medidas de control desde el otro lado
Esta crisis migratoria no solo está en la mira de los países receptores sino también en los puntos de partida del flujo de migrantes. La Marina de Senegal interceptó el pasado miércoles dos embarcaciones en malas condiciones con 338 personas a bordo, incluidos 18 menores de edad.
A pesar de que no hay información del destino de los migrantes, de lo que sí hay claridad es que Senegal es un punto crucial en la movilidad humana migrante en el continente africano, al ser tanto un país de orígen como de tránsito para las personas.
La “ruta atlántica” como se le conoce, había demostrado una presunta estabilidad y descenso durante el año pasado y el primer semestre del actual. Pese a ello, durante el verano europeo de este año la tendencia se detuvo y los cruces migratorios ascendieron a partir de este octubre.
A inicios de la semana pasada, el ministro del Interior de España, Fernando Grande-Marlaska, anunció que el Gobierno de su país reforzará durante un mes y medio la vigilancia que realiza en las costas de Senegal y Mauritania, en colaboración con ambos países para evitar la partida de nuevas embarcaciones provenientes de África.