Italia, tercera economía de la zona euro, se adentra de nuevo en una tormenta tras el estallido de la coalición gubernamental. ¿Cuál puede ser el impacto de esta crisis?
El diferencial entre los bonos del Tesoro a diez años de Italia y Alemania (spread) dio un salto de 30 puntos este viernes, situándose en 241 puntos, lo que refleja la preocupación de los círculos financieros.
La Bolsa de Milán sufrió una caída de 2,48%, en una sesión en la que los bancos sufrieron especialmente (-9,12% para Banco BPM, -8,42% para Ubi Banca, -5,13% para UniCredit).
«La incertidumbre tiene un precio, se llama spread e implica la posible reducción de la nota de Italia por parte de las agencias de calificación», explicó Carlo Alberto Carnavale Maffe, profesor de la Universidad Bocconi de Milán.
La agencia de calificación Fitch publicó este viernes su calificación para Italia, que mantuvo en BBB, dos niveles por encima de la categoría especulativa (llamada «basura»), con tendencia negativa. Como la crisis política se desencadenó la víspera del día previsto para la publicación de la calificación, la agencia no tuvo tiempo para revisar sus proyecciones.
En octubre del 2018, Moody’s bajó la calificación de Italia a «Baa3», justo por encima de la categoría especulativa, al preocuparse por las opciones presupuestarias de la coalición populista al poder en los últimos meses.
Según Maffe, «agosto es un mes con bajos volúmenes de comercio y las pequeñas variaciones tienen un impacto muy grande en el diferencial», explicó.
Economía en aprietos
La tercera economía en la zona euro no está funcionando bien. Después de una «recesión técnica» en la segunda mitad de 2018, Italia registró un crecimiento cero del Producto Interno Bruto (PIB) en los primeros seis meses de este año.
Para 2019, la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI) calculan un crecimiento italiano de solo 0,1% y el gobierno, de 0,2%.
Algunos expertos son aún más pesimistas y estiman que el país podría caer nuevamente en recesión.
La economía italiana se ve afectada por la desaceleración que afecta a toda Europa y por las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos, pero también por la cautela de las empresas que invierten menos, preocupadas tanto por la situación mundial como por la inestabilidad política.
Como resultado, la tasa de desempleo se sitúa en el 9,7%, e incluso alcanza el 28,1% entre los jóvenes de 15 a 24 años, muy por encima del promedio de la zona del euro (7,5% y 15,4%).
A todo ello hay que tener en cuenta que el país tiene una deuda colosal de 2,3 billones de euros, el 132% de su PIB, la más alta de la zona del euro después de la de Grecia.
Por ello, Bruselas presiona constantemente a Italia para que reduzca su déficit público.
En varias ocasiones hubo tensión entre la Comisión Europea y el gobierno italiano, que finalmente anunció que su déficit público en 2019 no superará el 2,04% del PIB, contra el 2,4% previsto inicialmente.
¿Qué pasaría si Matteo Salvini gana las elecciones anticipadas? El líder de la ultraderechista Liga siempre ha criticado las directivas de la Unión Europea y estima que el actual ministro de Economía italiano, Giovanni Tria, es demasiado conciliador con Bruselas.
En unas declaraciones recientes, Salvini aseguró que el próximo presupuesto no puede estar «por debajo del déficit del 2%».
«Los dogmas de Bruselas no son sagrados», advirtió, aunque excluyó un déficit del 4 o 5% del PIB.
«Seguramente vamos a enfrentarnos con Europa. Pero con un gobierno y un parlamento legitimados por el voto de los italianos», adelantó.
Salvini, cuyo electorado está formado por pequeños empresarios y artesanos del norte próspero e industrializado, sostiene que se necesita adoptar un presupuesto «valiente», con importantes recortes de impuestos y grandes obras públicas, para impulsar el crecimiento.
También prometió evitar el aumento del IVA, ya votado por el parlamento saliente, a pesar de los 23.000 millones de euros necesarios para sus programas adicionales.