Por: Claudia Patricia Aponte Hernández/ Dando continuidad a la importancia de los Objetivos de Desarrollo Sostenible – ODS y particularmente en relación con las sequías e incendios actuales en distintas partes del mundo o inviernos extremos que, afectan directamente las metas de 10 de los 17 ODS 2030:

Es posible presentar la condición actual (viernes 02 de febrero de 2024) de las temperaturas en el planeta que, oscilan entre -51ºC y 49ºC, observándose claramente la llamada crisis climática global.

En dicho escenario se identifica que hacia el hemisferio sur son más altas las temperaturas: América Latina, África y países del medio oriente, India, y los archipiélagos de Filipinas, Indonesia, entre otros, con algunas excepciones en el borde izquierdo de Suramérica y México –hacia el océano pacífico-.
Por otra parte, en Australia y Nueva Zelanda, se presentan temperaturas muy bajas similares a Rusia, Europa, EE.UU. y Canadá, pero también en algunas partes hay excepciones con temperaturas más altas.
Predominan los extremos climáticos y por ende se complica el acondicionamiento para la vida de la flora y la fauna, así como, el de la humanidad, el cual no es acelerado ni constante por la carencia de recursos, ni el acceso equitativo a la tecnología.
En Colombia, frente a la presencia de situaciones de calamidad pública por incendios forestales (también hay escasez de agua para consumo humano) debido a las altas temperaturas generadas por el Fenómeno del Niño, se observa así el mapa ampliado a hoy:

El mapa climático anterior refleja la condición actual que, dada su magnitud ha generado desde el Estado el decreto con la declaratoria de desastre en todo el territorio colombiano[1]:
“El Gobierno del Cambio emitió el decreto 0037 de 2024 en el que se oficializa el desastre nacional por los incendios forestales en todo el territorio nacional y la situación climática asociada al Fenómeno del Niño.
La Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) acoge esta medida como un paso crucial para afrontar los desafíos que plantea la emergencia y se compromete a elaborar el Plan de Acción Específico para el manejo de la situación de desastre, el cual contendrá las estrategias necesarias para abordar los desafíos presentes y futuros.
El decreto, cuyo texto fue anunciado previamente el jueves y firmado oficialmente este sábado, establece que la declaratoria tendrá una duración inicial de 12 meses, prorrogables por un periodo adicional previa evaluación favorable de la Gestión del Riesgo de Desastres”. [2]
Se hace un llamado a la ciudadanía, a los sectores empresarial, estatal en todos los niveles territoriales, a la academia y los medios de comunicación, porque se requieren acciones apremiantes, protectoras y preventivas, continuas y contundentes, individuales y colectivas, para evitar la destrucción acelerada del planeta.
No se puede considerar como un mero discurso, esa es la realidad que se vive y las cifras lo demuestran en Colombia, por ejemplo – a febrero 1º de 2024– [3]:
- Total Incendios en 2024: 549 (Promedio de 18 incendios aprox. por día)
- Incendios activos: 3 (Cesar, Magdalena y Santander)
- Incendios controlados: 3
- Municipios afectados: 264 (Cerca de una cuarta parte del total: 1.101)
- Hectáreas afectadas: 35,289
La combinación de acciones y una firme voluntad política de los líderes desde todos los escenarios de la vida pública y privada, facilitando los medios para superar las crisis, permitirá amilanar las situaciones de desastre y retornar hacia las metas ODS 2030 para avanzar por el bienestar y la vida global.
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*Consultora Estratégica en Elecciones, Gobierno y Políticas Públicas
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Esta es una columna de opinión personal y solo encierra el pensamiento del autor)
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