La Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC) cumplió un año como colectividad política. Y con el fin de evaluar su desarrollo organizativo como partido y definir su rumbo ante la coyuntura que vive, el Consejo Nacional de los Comunes, máximo órgano de dirección, se reunió en Bogotá durante el pasado fin de semana.
Del encuentro salieron varias conclusiones, comenzando por la reiteración de su oposición abierta al nuevo gobierno, encabezado por el presidente Iván Duque, que, según el partido, es “de corte neoliberal, tras el cual se atrincheran fuerzas retardatarias con interés de impedir cualquier intento de reconciliación o de beneficio para las clases populares”.
Entre sus razones están los anuncios de reforma fiscal, la consideración de regresar a la erradicación de cultivos ilícitos y la posibilidad de “cualquier injerencia de carácter militar o de otro tipo contra Venezuela”, afirmó la FARC en un comunicado.
Siempre hemos trabajado por la #Paz; por condiciones de vida digna para la gente del común; por una verdadera democracia sin corrupción, ni clientelismo, y en la que se respete la vida y se pueda participar de múltiples formas en las decisiones de nuestra nación. 🌹🕊️ pic.twitter.com/C85mfhZ4O1
— COMUNES 🌹 (@ComunesCoL) August 28, 2018
Por otro lado, advirtió que le preocupa la implementación del Acuerdo de Paz, especialmente en lo relacionado a los pocos avances alrededor de la Reforma Rural Integral y a los obstáculos que se han presentado en la reincorporación económica, política y social de los excombatientes.
Además, recordó, desde la firma de lo pactado en La Habana, 75 exguerrilleros “han perdido la vida violentamente, en medio de una aterradora ola de exterminio contra dirigentes sociales y populares. Ese desangre debe terminar para que se pueda hablar de paz”.
“Reconocemos la imposibilidad de alcanzar la implementación total de lo acordado en un plazo breve, pero observamos con enorme preocupación y hasta con verdadera indignación, el bajo nivel de cumplimiento por parte del Estado”, manifestó la dirección del partido.
En el encuentro se discutió también sobre la ausencia de cuatro de sus líderes, conocidos como Iván Márquez, El Paisa, Romaña y Jesús Santrich, cuyos futuros son inciertos. De los primeros dos se desconoce su paradero desde hace aproximadamente tres semanas, cuando salieron del Espacio Territorial de Miravalle, en Caquetá. De Romaña se supo el viernes que abandonó su esquema de seguridad, mientras que Santrich está detenido desde abril por presuntos delitos relacionados con el narcotráfico.
A pesar de no declarar la expulsión de ninguno de ellos, la FARC señaló que es “un partido que avanza a pasos gigantes en su organización y consolidación nacional, que trabaja por la unidad, pero que al mismo tiempo se rige por el principio de las mayorías, de la confianza en su dirección. Un partido en el que nadie puede obrar por fuera de las directrices de su dirección nacional. Quien se aparte de estos criterios no puede esperar el apoyo incondicional del partido”.
“Invitamos a quienes en razón de diversos argumentos se han retirado de sus filas, a regresar a él y reforzar la lucha por el completo cumplimiento de lo acordado en La Habana”, concluyó, reiterando su disposición a colaborar abiertamente con los mecanismos judiciales pactados para el conocimiento de la verdad del conflicto y anunciando su participación en las elecciones locales de 2019. “Grandes retos nos esperan y aspiramos a cumplirlos en conjunción con las grandes mayorías”, puntualizó.