El proyecto de ley prevé que la edad legal para jubilarse se desplace tres meses al año a partir del 1 de septiembre, hasta llegar a 64 años, anunció la primera ministra francesa Elisabeth Borne en una conferencia de prensa este martes 10 de enero. El tope se fijará en 63 años y 3 meses en 2027, para luego alcanzar el objetivo de 64 años en 2030.
Además, para obtener una pensión completa, se exigirá un periodo de cotización de 43 años a partir de 2027. Sin embargo, las personas que se jubilen a los 67 años seguirán percibiendo automáticamente una pensión completa, aunque no hayan trabajado durante 43 años.
“Mantendremos en 67 años la edad a la que las personas pueden jubilarse sin descuento, independientemente de su tiempo de cotización», explicó la primera ministra, añadiendo que “esto es esencial para quienes han tenido una carrera accidentada o incompleta, y pienso aquí especialmente en las mujeres”.
Borne declaró que «dejar que se acumulen los déficits» sería irresponsable, explicando que el actual sistema de pensiones está desequilibrado entre el número de pensionados y el número de trabajadores.
La primera ministra también explicó que el Gobierno estará abierto a la conversación y a las negociaciones cuando el proyecto de ley sea debatido en el Parlamento.