Por: César Camilo Hernández Hernández/ A pocos días de la inscripción de candidatos para la elección de los primeros cargos de los Municipios y el Departamento, los ciudadanos debemos ser responsables con el desarrollo, crecimiento y competitividad de los territorios. Esto conlleva a que, con conciencia, sin polarización y bajo la razón, elijamos verdaderos gerentes públicos que lideren esta trasformación y progreso de las regiones. Las riendas y proyección de las jurisdicciones deben estar en cabeza de gente competente, capaz y experimentada. Pensarán que es un exabrupto, pero en este caso aplica el dicho; es mejor malo conocido que bueno por conocer.
Y es que no podemos seguir aceptando casos de retroceso, estancamiento y falta de gestión, como nos ha pasado recientemente en la ciudad. Los mandatarios elegidos deben llegar principalmente a catapultar su territorio por medio del cumplimiento de un plan de desarrollo, alienado con las políticas de desarrollo nacional y los objetivos del milenio. Los resultados y éxitos de estas gestiones solo se consiguen con un Gerente con experiencia de lo público, que conozca la metodología de ejecución de sus programas y proyectos, pero más allá, que sea un lobista a nivel nacional para gestionar recursos de financiación de los macro proyectos que necesitan las ciudades y los Departamentos.
Santander y sus Municipios nos merecemos estar en los primeros lugares y a la vanguardia en sectores como educación, emprendimiento, turismo, energías renovables y no renovables, inclusión e infraestructura. Tenemos a nivel nacional ejemplos de casos de éxito de trasformación de territorios como lo ha sido Barranquilla y Medellín, donde su desarrollo va ligado a buenas prácticas en los proyectos que son atractivos para su región.
Bucaramanga posee diferentes atributos y bondades para lograr estar entre las tres mejores ciudades de Colombia, lo que falta es un liderazgo público que permita una conexión propositiva de los actores importantes como la academia, sector empresarial y el gobierno. En materia Departamental se ha logrado grandes cambios y avances en materia competitiva, el norte de posicionar a Santander como Departamento prospero no se debe perder, por lo cual, el mando del barco debe seguir a cargo de un líder que conozca las necesidades de provincia y las vuelva oportunidades, que haya tenido trasegar gubernamental con resultados palpables.
A nivel regional tenemos grandes frentes que debemos explotar al máximo que permiten lograr empleo, desarrollo, competitividad y productividad. Los ejes estratégicos están sobre la recuperación del rio de oro, rutas turísticas provinciales, rio magdalena, calidad e infraestructura educativa universitaria, integración de sistemas de movilidad, infraestructura hotelera formal y no formal, diversidad de ecosistemas entre otras que serían las nuevas potencias de generación de ingresos.
La actualidad nos muestra que el manejo público es álgido por la normatividad y funcionamiento que lo rodea. Muchos perfiles sin experiencia pública que llegan a ocupar los altos cargos, duran años y a veces periodos aprendiendo, mientras se desaprovechan o mejor niega la posibilidad de ejecución de programas y proyectos. Pero como lo he tocado en anteriores ocasiones, esta gobernabilidad va de la mano de la creación de equipos interdisciplinarios, que apoyen la gestión de los mandatarios en la obtención de los resultados.
Tenemos tres meses para tomar una decisión en pro de la región y la comunidad, los dos puntos de vista más importantes a evaluar para elegir los próximos gerentes son: primero las propuestas que sean acordes con lo que queremos como territorio y segundo el perfil, que tenga experticia en lo público. No dejemos que susurren a nuestros oídos mensajes de polarización, revancha u odio, pensemos en el crecimiento regional y mejoramiento de nuestro bienestar.
Esperemos que el resultado del ejercicio de la democracia de todos y la elección responsable, permita que lleguen buenos vientos para Bucaramanga y Santander.
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