El Ejército de Liberación Nacional (ELN), la mayor guerrilla activa de Colombia, dejó en libertad el viernes a dos empleados de una compañía que presta servicios en el sector petrolero a los que había secuestrado hace más de un mes en el noreste del país, informó el Comité Internacional de la Cruz Roja.
La liberación de Pedro León Pérez y Óscar Javier Rodríguez se produjo en una zona rural del departamento de Arauca, una próspera región petrolera y ganadera fronteriza con Venezuela.
“Las dos personas se encuentran en adecuado estado de salud y serán trasladadas a sus hogares para encontrarse con sus familiares”, dijo un comunicado del Comité Internacional de la Cruz Roja, que las recibió junto con funcionarios de la Defensoría del Pueblo.
El ELN, conformado por más de 2.000 combatientes y considerado como una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, realizó en enero de 2019 un ataque con un carro bomba contra una academia policial en Bogotá que dejó 22 cadetes muertos, lo que cerró la posibilidad de iniciar un diálogo de paz con el Gobierno del presidente Iván Duque.
El mandatario se niega a iniciar conversaciones con esa guerrilla fundada en 1964 hasta que suspenda los secuestros, el reclutamiento de menores de edad, la siembra de minas antipersonales, liberen a las personas que mantienen secuestradas y detenga los ataques contra la infraestructura económica del país.
El grupo rebelde, acusado de financiarse del secuestro, la extorsión, el narcotráfico y la minería ilegal, ha fracasado con otros gobiernos en la búsqueda de un acuerdo de paz para acabar con una confrontación que ha dejado 260.000 muertos, debido a sus posiciones radicales, una cadena de mando difusa y disenso entre sus filas.
El jefe del equipo negociador del ELN, Pablo Beltrán, anunció a finales de mayo que ese grupo guerrillero estaría dispuesto a participar en un alto el fuego global de tres meses que se está discutiendo en las Naciones Unidas para contener la propagación del coronavirus.
Algunos dirigentes de ese grupo rebelde se encuentran en La Habana, pero el gobierno de Cuba no ha respondido una solicitud de Colombia para que los extradite.
