La serpiente fue hallada por la comunidad en el sector rural de Barichara con su estómago lleno, «Como si se acabara de tragar algún animal», así lo expresó un habitante de la zona.
La Corporación Autónoma Regional de Santander -CAS- en articulación con Bomberos municipal y la Policía de Carabineros, recibió el espécimen en sus instalaciones, para ser valorado.
Luis Emilio Atuesta, médico veterinario y zootecnista, de la CAS, dijo que se trata de una hembra adulta, de 1.80 m, que, en efecto, por el bulto que presenta a la altura del estómago, acabó de digerir una presa de aproximadamente unas siete libras.
«Las boas constrictor matan a sus víctimas lentamente, rodeándolas con su cuerpo musculoso y apretándolas hasta causarles la muerte, éstas son capaces de zamparse de un solo bocado a un animal que además es mucho más grande que ellos por la habilidad que tienen estos reptiles para desencajar su mandíbula inferior, con lo cual les permite abrir muchísimo más su boca para meterse en el interior de su cuerpo cosas de mayor volumen», advirtió el profesional de la CAS.
La digestión de estas presas tarda días e incluso semanas, y todo se debe al trabajo que realizan sus jugos gástricos que les permiten descomponer por completo lo que se comen.
La CAS, hizo el llamado a toda la comunidad para que den aviso a las autoridades cuando se percaten de la presencia de este tipo de reptiles para que los expertos realicen la manipulación de estos animales, ya que si bien es cierto, las boas constrictor no son venenosas, sus mordeduras son muy infecciosas.