Por: César Camilo Hernández Hernández/ A nivel nacional, muchos Departamentos incluyendo a Santander, están viviendo por estos días situaciones de zozobra, con relación al coronavirus (Covid-19), calidad del aire y otras problemáticas que afectan a la sociedad.
Estas situaciones, han demostrado deficiencia en la reacción, mediante medidas ineficientes en pro de contrarrestar las secuelas de las adversidades. Hay que ser conscientes, que una de las causas de lo anterior, se derivan del mal uso de la inversión de los recursos públicos en las regiones.
En temas de mitigación, prevención y proyección de la región, la gran mayoría se han estancado o crecido de forma desordenada. La planeación de las inversiones a mediano y largo plazo en los diferentes sectores, no ha generado el resultado esperado. Hasta ahora pocos, vienen creando una hoja de ruta amigable, donde se integren sus territorios, apuntando a un desarrollo y progreso sostenible, equitativo y eficiente.
En el Departamento de Santander, el área metropolitana de Bucaramanga, la componen cuatro municipios que ocupan más del 55% de la población del territorio.
Hace más de 10 años se ha venido hablando de crear el Distrito Metropolitano de Bucaramanga, pero por celos políticos, idiosincráticos y normativos, dicho proyecto se abolió. A hoy creo que no será una realidad, pero si debe ser un prototipo de manejo de la inversión pública como una integración regional.
Si bien no se pueden centralizar muchos sectores, hay unos que mejorarían el bienestar de la ciudadanía, por ejemplo, la movilidad, factor crítico relacionado con la calidad del aire y de la problemática actual.
Un órgano metropolitano o regional de tráfico, permite medidas más agresivas, en la utilización del uso vehículos por pico y placa, sistemas de trasporte unificado, utilización de trasporte no convencional, planes maestros de movilidad, etc.
En temas de ordenamiento territorial, consolidaría un crecimiento metropolitano con proyección provincial, por medio de la regulación del precio de la tierra, uso de suelos a la necesidad regional y no particular, y crecimiento sostenible urbanístico, apoyado en un plan maestro de equipamiento de salud y educativo con cabida departamental, ampliación de cobertura, inversión tecnológica y sofisticada.
Un componente prioritario, el manejo ambiental eficiente, con programas de prevención y conservación de los ecosistemas trasversal, compensaciones ambientales sostenibles con el futuro del territorio como un todo. Si se hace un estudio juicioso con casos de éxito en otras regiones, lograríamos optimización y mejoramiento de muchos procesos.
Para darle vida a la integración regional en diferentes ámbitos, no necesitamos cambios en las estructuras de las corporaciones políticas, necesitamos actores comprometidos con la región, donde jugarían papeles importantes entidades como: la Gobernación de Santander, el Área Metropolitana de Bucaramanga, ProSantander, la Cámara de Comercio de Bucaramanga y las Cajas de Compensación.
Un equipo intersectorial donde quepa la ciudadanía, el sector público, privado y la academia, serían los líderes del entramado técnico y operativo para lograr esa unión que merecemos los santandereanos.
Y es que el beneficio no solo es para los municipios del área metropolitana, con un planteamiento agresivo y sustentable, se puede incluir Lebrija, Rionegro y Matanza como círculo cercano.
La finalidad de esta unificación territorial es que tenga alcance hasta las provincias, que permita un mejoramiento de la calidad de vida de cada uno de los paisanos y gocen de las bondades de la reingeniería de los procesos.
Ante estos infortunios es necesario tomar medidas, pensar en el futuro, en las nuevas generaciones y la vejez de las actuales. La integración regional puede ser un modelo sostenible y eficiente para el bueno manejo de las inversiones.
Hay que pensar en el bien común, hacia un usufructo del trabajo mancomunado. Pensemos en grande y lo venidero, que tenemos, que queremos y donde queremos llegar. Que Santander sea ejemplo de unión y compromiso con su gente.
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