La jefa de Gobierno dio a conocer además que no participará en las elecciones generales de este 2023. Después de casi seis años al frente de la nación, hará efectiva su renuncia el 7 de febrero, su último día en el cargo.
Fue un mensaje televisado cargado de emociones. La primera ministra de Nueva Zelanda, Jancida Ardern, anunció su renuncia después permanecer en el puesto más de cinco años. “Lo he dado absolutamente todo”, afirmó conteniendo las lágrimas.
“No me voy porque fue difícil. Si ese hubiera sido el caso, probablemente me habría ido dos meses después de comenzar el trabajo. Me voy porque con un papel tan privilegiado viene la responsabilidad, la responsabilidad de saber cuándo eres la persona adecuada para liderar y también cuándo no lo eres”, dijo.
La premier subrayó que el trabajo de dirigir el Gobierno requería un extra del que ya no disponía. Sé lo que requiere este trabajo, y sé que ya no tengo suficiente en el tanque para hacerle justicia. Es así de simple, concluyó.
Ardern apeló al límite de las personas, como seres humanos, para justificar su decisión de que, simplemente, “es el momento”.
«Sé que habrá mucha discusión después de esta decisión sobre cuál fue la supuesta razón real”, arguyó. “Puedo decirles que lo que estoy compartiendo hoy es eso. El único ángulo interesante que encontrará es que después de seis años de grandes desafíos, soy humana. Los políticos son humanos. Damos todo lo que podemos durante el tiempo que podemos y luego es el momento. Y para mí, es el momento».
El próximo domingo se llevará a cabo una votación para elegir a su sucesor en el Partido Laborista. Ardern deja un buen precedente para quien la sustituya. Su respuesta a varias crisis como el enfrentamiento a la pandemia, el tiroteo por parte de un supremacista blanco en una iglesia local en Christchurch y una de las erupciones más catastróficas de la historia del país, demostraron su capacidad para dirigir el Ejecutivo neozelandés.
Según la líder gubernamental, estos retos le “pasaron factura”. Después de que su partido ganara la reelección con números históricos hace un par de años, las más recientes encuestas no muestran el beneplácito de los electores para con el laborismo. Los conservadores tienen ahora la delantera. Sin embargo, ella se mantenía como la preferida de la nación en ocupar el cargo.