Lo que se conoce como el ‘escándalo Vitalogic’ fue revelado el 15 de diciembre de 2017, tras una investigación periodística de Corrillos que concluyó con la condena legal al exalcalde de Bucaramanga, Rodolfo Hernández.
Cuando Juvenal Bolívar, director del medio, presentó la noticia, Hernández contaba con un alto índice de favorabilidad y su imagen positiva impidió que las graves revelaciones tuvieran el eco que debieron tener.
La investigación comenzó con un acuerdo de corretaje suscrito por Luis Carlos, el hijo de Rodolfo y otras personas. De ahí se desprendieron nuevas revelaciones, que llevaron a las autoridades a vincular al entonces mandatario bumangués.
En esta entrevista realizada por el experimentado periodista, Alfonso Pineda Chaparro, al director de Corrillos, se conocen detalles inéditos y, que dejan en claro que el corretaje solo fue el principio de una mafia corrupta, que incluyó otros grandes negocios y la presencia de dineros calientes que la DEA hoy investiga.
¿Cómo logró Corrillos la primicia del escándalo de Vitalogic?
“Siempre se habló de unos negocios por debajo de la mesa que estaban haciendo los hijos de Rodolfo Hernández, pero no había pruebas que los vincularan. Durante un tiempo estuvimos indagando con personas cercanas a la familia del alcalde, pero solo eran comentarios sin fundamento. En esa búsqueda, nos encontramos con alguien cercano a Luis Andelfo Trujillo, quien tenía en su poder una copia del corretaje”.
¿Quién era Luis Andelfo Trujillo y por qué tenía esa copia?
“Era un comerciante bumangués muy amigo de Luis Carlos Hernández, quien en algunas ocasiones le conseguía plata para hacer negocios. Trujillo tuvo negocios también con Rodolfo y de ellos quedó una demanda penal. Luis Andelfo, Luis Carlos y otras dos personas, entre ellos Jorge Alarcón, fueron quienes suscribieron ese primer correaje, por eso tenía en su poder una copia del mismo”.
¿Cuál fue su reacción cuando recibió la copia del corretaje?
“Pensé que tenía la prueba que estábamos esperando durante varios meses. Cuando tuvimos ese documento registrado en Notaría en nuestras manos ya habían pasado casi seis meses de haberse suscrito. Era claro cómo habían organizado una empresa criminal que perjudicaría a los bumangueses”.
¿Fueron ustedes los primeros en conocer ese documento incriminatorio?
“Previo a la publicación de la noticia, estuvimos averiguando al respecto. Tocamos a varias personas, entre ellas al abogado Daniel Caicedo, que en paz descanse. Él fue quien me acercó a Trujillo y a través de él, me hicieron llegar el documento. Le pregunté a Daniel si otro medio conocía del mismo y me dijo: “se lo hicieron llegar a Vanguardia, pero no les interesó. Entonces yo les sugerí que el mejor medio era Corrillos, por su independencia periodística”. Esa versión se fue a la tumba con Daniel”.
¿Daniel Caicedo le dijo por qué Vanguardia no había publicado esta noticia tan importante?
“No recuerdo que habláramos al respecto, pero para mí, era claro en ese momento que existían negocios multimillonarios entre Rodolfo y Alejandro Galvis Ramírez, que en paz descanse. Corrillos había revelado parte de esos negocios en una investigación previa, como el de los terrenos de Pienta, en Piedecuesta. Ambos eran los propietarios de los principales predios del proyecto que quiso adelantar la Gobernación de Santander. Supongo que, entre bomberos no se pisan las mangueras”.

Con el documento de corretaje en la mano, ¿cómo se tomó la decisión de revelar el hecho?
“El documento hablaba por sí mismo. Además, estaba acompañado del testimonio de uno de los implicados. Lo que seguía era concluir la investigación, escribirla y adjuntarle las pruebas. Eso hicimos”.
¿Ustedes intentaron hablar con el alcalde para conocer su versión?
“No, porque en ese momento el alcalde no estaba directamente implicado en el documento. Quien firmaba era su hijo con otros privados. El alcalde es implicado cuando se conoce el contrato de consultoría con Jorge Alarcón, a quien Rodolfo identificaba como ‘la calavera’. Además, si lo hubiéramos buscado antes de revelar la nota, él hubiera aprovechado para decir que lo queríamos presionar o chantajear, así como lo hizo días después con el abogado Carlos Rojas, que en paz descanse”.
Por la gravedad de los hechos revelados por Corrillos, ¿cómo fue su vida después de esa ‘chiva’?
“La gente no creía que el autoproclamado alcalde anticorrupción y su familia estuvieran haciendo parte de este entramado corrupto. La bomba estalló, pero la noticia no generó el interés que debió tener. Y era claro, a los medios nacionales les gustaba más el Rodolfo que insultaba a los politiqueros que el Rodolfo implicado. Los insultos de Rodolfo les generaba más likes, más vistas, más sintonía. Nosotros seguimos investigando, porque quedaba más sobre el tintero”.
¿Había más?
“Mucho más. El corretaje fue solo la punta del iceberg. Desde ahí, con los testimonios dados por Luis Andelfo, se pudo establecer que además de Vitalogic, había seis negocios más. Había interés por parte de la familia Hernández en temas como la iluminación pública, el contrato de vigilancia, los permisos para las antenas de telefonía celular y, hasta un contrato para construir una PTAR, en la que aparecía vinculado un supuesto narco mexicano. Todo eso lo informamos”.
¿En qué momento fue vinculado Rodolfo Hernández en las investigaciones de las autoridades?
“Como noticia, el entonces alcalde siempre estuvo relacionado al escándalo. Pero fue con el contrato de consultoría, meses después, como se pudo determinar que existía interés de su parte. Recuerde que en el corretaje aparece el nombre de Jorge Alarcón, quien luego aparece siendo el experto para hacer dicha consultoría que podría definir la viabilidad del uso de las nuevas tecnologías a partir de la disposición de las basuras. Todo estaba fríamente calculado, el experto debía dar un concepto positivo. Y claro, con ello se daba la entrada al contrato por 30 años con Vitalogic y Luis Carlos, el hijo de Rodolfo, se ganaría una coima de 100 millones de dólares”.
O sea, ¿Rodolfo necesitaba que la consultoría fuera realizada por Alarcón?
“Era imperioso para él. Por eso presionó al gerente y al jurídico de la Emab para que le entregaran el contrato a ‘la calavera’. En este aspecto, fueron claves los funcionarios de la Emab, quienes se dieron cuenta de ese entramado. Además, porque el estudio técnico presentado por Alarcón era deficiente. Aunque se le pagó el anticipo, los funcionarios de la Emab se negaron a liquidar el contrato y a pagar el resto. Ahí, por los audios que hemos escuchado, se deja claro el interés y el desespero de Hernández”.

¿En algún momento fue amenazado por revelar el escándalo?
“Que me hayan llamado o me hayan enviado un sufragio, nunca. Pero varios amigos de Rodolfo -no se si por su propia iniciativa o por la del entonces alcalde- intentaron desprestigiarme a punta de acciones jurídicas para que bajáramos los contenidos y las investigaciones. Siempre respondimos que no y en uno de esos procesos jurídicos, nos declararon en desacato y nos enviaron 10 días a la cárcel”.
Usted aparece en una fotografía con una cinta en la boca. ¿Fue esa la situación de arresto a la que usted se refiere?
“Sí. Como nos negamos a bajar algunos contenidos, tuvimos que pagar 10 días de arresto con Sofía, mi esposa, quien es la gerente de Corrillos. Decidimos mantenernos en nuestra posición porque teníamos las pruebas de lo que denunciamos. El tiempo nos dio la razón”.
¿Siente que hubo justicia al ser declarado culpable Rodolfo Hernández?
“Disciplinariamente ya a Rodolfo lo habían sancionado por el contrato con ‘la calavera’. Creo que la justicia penal se tardó en fallar, tal vez porque Rodolfo intentó jugar con la justicia, pues el proceso comenzó por la justicia ordinaria, luego, él aceptó la curul en el Senado para que su investigación la llevara la Corte Suprema y cuando este tribunal avanzaba, se retira del Congreso y el proceso vuelve a la justicia ordinaria. Pero, le llegó su hora”.
¿Qué sintió cuando vio llorando a Rodolfo en el juicio?
“Sentí pensar por su enfermedad. Y, de hecho, espero que su salud mejore. Pero, por otro lado, sentí que todo el esfuerzo y el sacrificio de Corrillos sirvió para que el negocio con Vitalogic y los demás que estaban en cola no se pudieran concretar. Eso me enorgullece, pudimos salvar a Bucaramanga de este falso profeta anticorrupción”.
¿Con el fallo contra Rodolfo se da por terminado el escándalo de Vitalogic?
“Como dije, el corretaje fue solo la punta del Iceberg. Cuando se revelaron las conversaciones entre Luis Andelfo y el hijo de Rodolfo, también se puso en evidencia unos préstamos económicos que les hacía Trujillo. Hay apartes de esas conversaciones en el que aparece relacionado el nombre de un narco con una plata que utilizó Rosario, la esposa de Rodolfo, para la compra de dos apartamentos en Miami. Sobre eso, la DEA está investigando”.
¿Después que usted reveló el escándalo, se ha encontrado o ha hablado con Rodolfo Hernández?
“Tengo la sensación que Rodolfo no me conoce, ya que nunca hemos hablado personalmente. Creo que si yo pasara cerca suyo no alcanzaría a reconocerme. Sin duda, lo mismo me pasaría a mí, solo lo conozco por fotos y videos”.
¿Qué le dejó este ejercicio periodístico a Juvenal Bolívar?
“La satisfacción del deber cumplido. Creo que los medios podemos ser claves en la transparencia y la lucha contra la corrupción. Además, me permite mirar a los ojos a mis estudiantes de Comunicación Social y guiarlos por el camino de la imparcialidad y la objetividad”.