Por: Javier Antonio Rojas Quitian/ Bastante ha sido la inconformidad mostrada por los jóvenes de nuestro país, respecto a la forma como se han administrado los asuntos y las finanzas públicas, por ello, genera bastante expectativa la implementación de la Ley 1622 de 2013, mediante la cual se expide el Estatuto de Ciudadanía Juvenil y se da elección en los municipios de Colombia a los Consejos Municipales y locales de juventud.
Estos Consejeros de Juventud, 11136 en total, que serán elegidos en todo el país, según la norma, tienen dentro sus funciones, ejercer un rol de veedores para hacer control a los recursos que se ejecutan en sus territorios y promover la participación de los jóvenes en el diseño e implementación de planes, programas, proyectos y políticas públicas sobre temas de interés de la juventud.
Ahora bien, aunque en el papel, que todo lo aguanta, pareciera que estos consejos de juventud, los cuales son más el resultado de la protesta social de los jóvenes, que de la voluntad política del gobierno, se convertirán en espacios de participación, de discusión y decisión para los jóvenes Colombianos, pero la verdad es que, según las Constitución Política, varios son los mecanismos de participación ciudadana con los que ya se cuenta, el voto, el plebiscito, el referendo, la consulta popular, el cabildo abierto, la iniciativa legislativa y la revocatoria del mandato y espacios como los Concejos Municipales y las Juntas de Acción Comunal, pero es muy poco lo que los ciudadanos y específicamente los jóvenes acuden a ellos para incidir en la toma de decisiones públicas.
Para que estos Consejos Municipales de Juventud, no pasen desapercibidos, como ocurre con muchos mecanismos de participación y cumplan con el objetivo para el cual fueron instituidos, es necesario que se cumplan dos aspectos importantes, que exista voluntad política real del Gobierno para apoyarlos y que los jóvenes realmente se empoderen de los temas de interés público y participen activamente de las soluciones.
Es necesaria la voluntad política del gobierno para apoyar estos consejeros, pues deja mucho que pensar, que a una norma instituida desde el 2013, apenas se le esté dando cumplimiento, y más cuando se sabe que esta elección es consecuencia de la protesta social que los jóvenes han adelantado, por ello en realidad, no pareciera que el gobierno esté tan interesado en fortalecer estos consejos.
Y para que estos funcionen correctamente, se requiere de la voluntad de nuestros gobernantes, presidente, gobernadores y alcaldes, primero de escuchar a los consejeros y de estudiar y adoptar en los planes de desarrollo las propuestas que ellos planteen y segundo, deben hacer una inversión de recursos para capacitarlos, asesorarlos y dinamizar su gestión, pues estos consejos inicialmente van a funcionar sin presupuesto, lo que va a dificultar su gestión.
También es necesario un empoderamiento total de la juventud, pues hay en el entorno una sensación de que los jóvenes, cuestionan y critican la realidad política y la gestión pública del país, pero muy poco se atreven a presentar alternativas reales de solución y a participar de los espacios de toma de decisiones y desarrollo comunitario como las Juntas de Acción Comunal o los Concejos Municipales.
Acá, los jóvenes van a tener una gran oportunidad, de convertir esa inconformidad en propuestas reales y factibles, tendrán la oportunidad y el escenario para demostrar, con hechos, que efectivamente tienen razón y que las cosas se pueden hacer de diferente manera y mejor, pero esta vez no será con proclamas en protestas o en redes sociales, esta vez tendrán que demostrarlo con sus actos e ideas.
Felicito a los jóvenes electos y a quienes aspiraron, pero no lo lograron, gracias por querer ser parte de las soluciones, por interesarse en los asuntos comunitarios, bienvenidos a la realidad pública del país, a la actividad en donde los recursos siempre son limitados, en donde ningún esfuerzo es suficiente pues siempre habrá algo por hacer, seguramente serán juzgados y cuestionados, pero eso debe fortalecerles el gusto por lo social y lo comunitario. Dios les bendiga con sabiduría y justicia, para que siempre tomen las mejores decisiones y lo hagan en favor de quienes más lo requieren. Buen viento y buena mar.
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*Exalcalde de Sucre (Santander), Administrador de Empresas, Especialista en Gestión Pública y Magister en Políticas Públicas y Desarrollo.