Por: Laura María Jaimes Muñoz/ “El liderazgo es el proceso por el que un individuo ejerce consistentemente más influencia que otros en la ejecución de la funciones del grupo»: Katz, 1973. Esto es fenomenal cuando los lideres logran ejercer una influencia positiva, lo que quiere decir que logran buenos resultados, ya que lo que “habla de las personas son los hechos”.
Constantemente podemos observar que en mayoría se hacen elegir por aquellas personas que dan su voto por un interés particular, algo que nos interese, lo cual es normal, todos llevamos un interés, la situación es que se está llegando a los extremos de la irresponsabilidad al no detenernos un poco en observar, analizar e investigar sobre quien es el que está tratando de convencernos de que es el mejor ¿Preguntarnos si está en la política por equivocación, por ambición o por amor hacia su pueblo?
Las publicaciones red como Facebook, Instagram y demás, son plataformas donde se puede mostrar todo y más cuando hay capacidad económica, eso lo sabemos todos y muy “adentro” somos conscientes que no conocemos los alcances de quienes hasta llegan al punto de “rasgarse las vestiduras” o gritando, agrediendo al otro, o pintándose la cara o simplemente yendo a una “montaña” a tomarse la foto para decir que es ambientalista… A estas personas no les interesan el otro, su único objetivo es convencer y salvaguardar sus votos.
En gran mayoría muchas personas reconocen que son “visuales”, pues leer, es un poco más dispendioso, por lo que se puede llegar al punto de tomar una decisión sin pensar mucho en lo que desea para la comunidad, en la planeación que tiene, en su proyecto de vida, en su estilo de vida, en sus principios y en sus valores, nada.
Por lo tanto sería interesante reconocer en un líder sus características que juntas con su profesionalismo y el deseo del servicio, se proyecte su gestión, su capacidad de trabajo, y su actuar inteligentemente resolviendo los problemas de la vida cotidiana para que su dinamismo logré el beneficio de la colectividad, proyectando a su gente en pensar hacia el trabajo en equipo transformando a su pueblo con mejores oportunidades para todos, en armonía hacia el desarrollo sostenible.
Es así que recordar la “política buena” es fundamental, pues es la política donde los honorables concejales realmente eran honorables, los elegía el pueblo para que lograran el control político, para que lograran que sus veredas o comunas fueran escuchadas llevando soluciones efectivas a sus necesidades colectivas y así coadyuvar a lograr las metas propuestas en los proyectos de sus respectivos alcaldes, ahora bien, en estos tiempos se eligen concejales es para que hagan favores personales, y que de acuerdo a su capacidad económica se beneficie de una retribución, netamente individual.
Ahora bien, concejales, alcaldes, diputados y gobernadores, ya están sintonía, ahora el trabajo es lograr elegir al mejor, reconocer la estrategia que utiliza para persuadir, sin dejarnos convencer tan fácil, no se puede “tapar el sol con un dedo”, se trata de elegir con convicción ¿Cómo puede salir adelante un municipio cuando la “cabeza” no funciona? , llegó el año político y es un año de decisiones transcendentales.
Cuidado cuando se elige por el hijo, esposa (o) por el que fue bueno o buena, o porque no “esta untado”, cuando su ambición es peor que los que están untados, o porque ese si pelea y le dice “a la gente sus cuantas verdades”, de eso no se trata, se trata de ver características netamente personales de liderazgo, de capacidad de trabajo, de visión, de organización, con la académica necesaria para planear y ejecutar los programas con la capacidad de solucionar los problemas de una manera asertiva .
Podríamos pensar entonces, ¿quién será esa persona que vamos a elegir para que en los próximos cuatros años conduzca el presente y futuro de nuestros recursos públicos?
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