Meng Wanzhou, directora financiera de Huawei, vuelve a China. Su liberación viene cuatro años después de que Meng fuera arrestada en el Aeropuerto Internacional de Vancouver a raíz de una orden de Estados Unidos que la acusaba de haber engañado al banco HSBC sobre los negocios de la compañía de telecomunicaciones en 2013 en Irán.
La audiencia se dio en la corte federal de Brooklyn este viernes a la que Meng asistió de manera virtual desde Canadá. Allí el fiscal federal adjunto, David Kesseler, anunció que el Gobierno desestimaría los cargos en su contra si cumple con las obligaciones del acuerdo que tiene vigencia hasta diciembre de 2022. Además, anunció que será liberada bajo fianza y que Estados Unidos retirará su solicitud de extradición.
La abogada de Meng, Michelle Levin, dijo que esperan que los cargos sean anulados en 14 meses. “Estamos muy contentos de que, mientras tanto, pueda irse a casa con su familia”, añadió.
Tras finalizar la audiencia, la ejecutiva se dirigió a un tribunal en Vancouver, ciudad en la que ha permanecido en una lujosa mansión en arresto domiciliario. Allí le concedieron su libertad bajo fianza, por lo que Meng pudo volver a su país. La «Princesa de Huawei» ya se encuentra en un avión rumbo a China donde se reunirá con su familia.
Al conocer la decisión Meng agradeció al Gobierno canadiense. “Durante los últimos tres años, mi vida ha cambiado radicalmente, fue una época disruptiva para mí como madre, esposa y ejecutiva de la empresa. Pero creo que cada nube tiene un lado positivo. Realmente fue una experiencia invaluable en mi vida. Nunca olvidaré todos los buenos deseos que recibí”, aseguró.
En 2018, la detención tensionó aún más las relaciones entre China y Estados Unidos. Se dio en un momento en el que la administración del expresidente Donald Trump cortó el acceso de Huawei a la tecnología estadounidense.
Además, después del arresto de Meng en Canadá, China también capturó bajo los cargos de espionaje a dos canadienses: al exdiplomático Michael Kovrig y al empresario Michael Spavor.
A pesar de que el Gobierno del país asiático dijo que no había una relación entre los dos casos, se espera que la liberación de la directora financiera pueda ayudar al proceso de los canadienses.
Un “peón en la batalla de superpotencias”
Los abogados de Meng, calificaron el juicio de la hija del creador de la compañía como una “batalla política”. En donde ella era tan solo un “peón”.
El caso de la directora ejecutiva de Huawei ha sido uno de los más tensionantes entre las dos potencias mundiales. Por lo que su liberación es considerada por muchos como un paso más hacia la recuperación lenta de la relación entre ambos países.
Es un descenso de tono similar al que tuvieron los mandatarios de las dos potencias en la Asamblea General de la ONU esta semana. El presidente estadounidense, Joe Biden dijo en su discurso que no buscaba “iniciar una nueva Guerra Fría». Mientras que su homólogo chino Xi Jinping, afirmó que las disputas entre países «deben manejarse a través del diálogo y la cooperación».
Sin embargo, la decisión de retirar los cargos en contra de Meng han sido fuertemente criticados por ciertas facciones que defienden una línea más dura en las relaciones comerciales con China. Así lo hizo el senador republicano Tom Cotton en un comunicado en el que dijo que «en lugar de mantenerse firme contra la toma de rehenes y el chantaje de China, el presidente Biden se rindió».
Las críticas se desprenden de la preocupación estadounidense del uso de sus equipos como una amenaza para la seguridad nacional. Además, según dice AP, algunos analistas apuntan a que China ha desobedecido las reglas internacionales y robado “tecnología”.
Trudeau: China liberó a dos ciudadanos canadienses
La noticia de la liberación de Weng fue bien recibida por la administración China, que decidió liberar a dos ciudadanos canadienses retenidos desde 2018 como represalia. Los «dos michael», como se conoce popularmente a las dos personas retinadas por Beijing ya están también camino de Canadá, según pudo informar el primer ministro Justin Trudeau.
Estas dos personas han permanecido retenidad por más de 1.000 días por una supuesta cuasa de espionaje contra China, algo que siempre negaron y que Canadá nunca aceptó.
