Los equipos de salvamento continúan con su labor para rescatar a más personas, aunque las esperanzas de encontrar vida se agotan y poco a poco se detienen las labores de búsqueda.
Tanto en Siria como en Turquía los sobrevivientes enfrentan difíciles condiciones por el frío extremo del invierno y las nevadas que se han presentado durante las últimas horas, además, muchos de ellos quedaron sin hogar y buscan refugio.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió sobre el “desastre secundario” que pueden afrontar las personas que sobrevivieron y advirtieron sobre las “condiciones horribles que empeoran”.
En Siria la situación es aún más complicada por la guerra civil que vive el país árabe desde hace casi 12 años y que a pesar de tener un Gobierno constituido, algunos grupos rebeldes son quienes tienen el control de las zonas donde sucedió la catástrofe.
Debido a la presión internacional, este viernes 10 de febrero un segundo convoy de la ONU conformado por 14 camiones llegó al noreste de Siria con ayuda para los sobrevivientes de la tragedia.
A través del único paso que se encuentra abierto, el convoy logró cruzar la frontera del sur que comparte con Turquía.
El portavoz de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Paul Dillon, dijo que la carretera por donde pasó el convoy estaba muy afectada por los seísmos, pero logró llegar con ayuda no alimentaria: tiendas de campaña, frazadas, ropa y sistemas de calefacción para unas 16.000 personas.
La OIM anunció que tiene previsto enviar más material de ayuda humanitaria “lo antes posible” a las áreas opositoras del noreste de Siria para atender a los afectados por la catástrofe y donde se teme haya un subregistro de víctimas. Según cifras oficiales, hay más de 3.300 muertos y unos 5.200 heridos tan solo en Siria.
«Nuestra cadena de suministro es sólida y ya hemos comenzado a reemplazar los artículos que enviamos y estamos adquiriendo más», dijo la fuente de la OIM.
La organización ha recibido críticas porque sus envíos no incluyen alimentos ni maquinaria para las labores de rescate. Sin embargo, hacerlo supone un gran reto, ya que la única manera de lograrlo es enviando suministros desde áreas dentro de Siria, que están en manos de rebeldes.
Bashar al-Assad hace su primera aparición
El Gobierno sirio declaró cuatro “zonas de catástrofe” que resultaron fuertemente golpeadas y que se encuentran bajo su control.
«El Consejo de Ministros declaró hoy zonas de catástrofe a las áreas afectadas por el terremoto en las regiones de Alepo, Latakia, Hama e Idlib», informó la agencia siria SANA.
Por su parte, el presidente sirio Bashar al-Assad realizó su primera aparición en público desde que sucedió la tragedia y visitó un hospital en la demarcación administrativa de Alepo, una de las más golpeadas.
A pesar del silencio del presidente en los últimos días, varios miembros del Gabinete de Ministros y el primer ministro del país, Husein Arnous, han realizado diversos anuncios públicos, como la aprobación de un equivalente a 7,5 millones de dólares para financiar las labores de rescate.
También han informado sobre el arribo de al menos 40 aviones cargados con ayuda humanitaria y que han logrado aterrizar en aeropuertos controlados por Damasco, mientras las autoridades continúan pidiendo a la comunidad internacional el levantamiento de sanciones en su contra.
El PKK anuncia cese de actividades temporal en Turquía
La guerrilla kurda del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), que opera en algunas de las zonas devastadas por los seísmos, anunció el cese de sus actividades armadas para permitir las labores de rescate y el paso de ayuda humanitaria.
«Instamos a todas nuestras fuerzas que detengan sus acciones militares en Turquía. Hemos decidido no entrar en acción a menos que el Estado turco venga contra nosotros y nos ataque», dijo Cemil Bayik, uno de los líderes del PKK.
Aseguran estar comprometidos con la reconstrucción del país luego de los terremotos, que ya dejan más de 19.000 muertos en Turquía.
El PKK es considerado un grupo terrorista por Turquía, Estados Unidos y la Unión Europea e inició su lucha armada en 1984, exigiendo autonomía para los 12 millones de kurdos que se estiman viven en el país euroasiático.
Más de 700 vuelos para evacuar a sobrevivientes
Las autoridades turcas empezaron las evacuaciones de miles de damnificados para alojarlos en distintas zonas del país. La aerolínea nacional, Turkish Airlines, aseguró que tiene previsto evacuar a 27.000 personas tan solo este viernes.
«Habremos evacuado a 125.957 personas con los 709 vuelos desde el 6 de febrero hasta el final del día de hoy», dijo un portavoz de Turkish Airlines en Twitter.
Por su parte, la Armada turca anunció que pondrá a disposición de la sociedad cinco buques para evacuar a las personas que se encuentran en zonas costeras donde no quedan edificios habitables.
Se espera que los evacuados sean alojados de forma temporal en hoteles de las ciudades turísticas del sur de Turquía, como Antalya, donde actualmente hay poca ocupación hotelera por ser temporada baja.
En las 10 provincias afectadas por la catástrofe, donde fue declarada zona de emergencia, vivían unas 13,4 millones de personas y aún se desconoce cuántas de ellas se quedaron sin hogar.
Muchas de las víctimas han evacuado por su cuenta hacia provincias occidentales, causando enormes atascos en las carreteras.