La facturación de las importaciones de insumos agrícolas, y en particular de fertilizantes, podrá aumentar un 48%, añadió el informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que teme consecuencias dramáticas para los países más vulnerables, que ya sufren de inseguridad alimentaria.
En su informe semestral sobre ‘Perspectivas alimentarias’, la agencia de la ONU advierte de que los países importadores pobres pagarán más, pero obtendrán menos.
«La mayor parte del aumento de la factura se debe a los países de renta alta», que aumentarán los volúmenes comprados, por muy altos que estén los precios.
Los países más vulnerables, en cambio, desembolsaron una suma similar a la del año pasado para comprar alimentos, pero con una disminución de «un 10% en volumen», de acuerdo con ese reporte.
África subsahariana, que ya sufre de desnutrición, gastará 4.800 millones de dólares más para sus importaciones alimentarias, aunque los volúmenes importados serán más bajos.
El aumento generalizado de la factura alimentaria está directamente relacionado con la guerra en Ucrania, aunque el primer incremento importante de esta ola de aumento de precios se produjo con la recuperación económica poscovid.
El conflicto se desencadenó a fines de febrero con la invasión rusa de Ucrania, dos superpotencias agrícolas que eran responsables del 30% del comercio mundial de trigo y del 78% de las exportaciones de aceite de girasol.
En los países importadores, el alza de los precios se ve agravada por la depreciación de sus monedas frente al dólar, principal divisa en los mercados internacionales.
