Por: Fernando Ibarra Martínez/ Para nadie es un secreto que uno de los actores más polémicos en el actual gobierno es Armando Benedetti, diversos sectores que hacen parte de las bases del proyecto “Colombia potencia mundial de la vida” lo han señalado como una figura camaleónica en la política nacional. El que fuera jefe de campaña de Gustavo Petro inició su trayectoria política como concejal de Bogotá a finales de los años 90, con el respaldo de German Vargas Lleras; posteriormente fue representante a la cámara y senador de la república apoyando a los gobiernos de derecha de los expresidentes Álvaro Uribe Vélez y Juan Manual Santos durante sus respectivos mandatos, a quienes, tiempo después, ha criticado con vehemencia[1].
Durante el actual gobierno, Benedetti ha ostentado cuatro cargos públicos, la misma cifra que su pupila, Laura Saravia. En un periodo de dos años y medio de gobierno, el excongresista se ha desempeñado como Embajador de Colombia en Caracas, Embajador ante la FAO, asesor del DAPRE y Jefe de Despacho, siendo este último, al parecer, el cargo de mayor relevancia que ha ocupado en la presente administración.
Desde los inicios de la campaña presidencial de 2022, la figura del exparlamentario fue objeto de cuestionamientos. Varios integrantes del Pacto Histórico no vieron con buenos ojos su incorporación al proyecto del “cambio”, al considerar que no representaba las luchas ni los ideales del movimiento. Sin embargo, desde ese momento, Gustavo Petro lo ha defendido a capa y espada, resaltando su capacidad de negociación, su perfil como mediador entre diferentes actores políticos y la necesidad de contar con alguien capaz de movilizar las masas sociales, lo que el presidente denominó “la magia”.
Ese mismo actor político, se convirtió durante la campaña presidencial en un alfil fundamental en la región Caribe para el líder de la Colombia Humana, logrando así, que Gustavo Petro se convirtiera en el primer presidente de Colombia elegido por un movimiento de izquierda. Las cifras son contundentes, el Pacto Histórico arrasó en la costa norte del país con 2.580.810 votos, 700.000 más que los obtenidos por Rodolfo Hernández en esta zona. Desde entonces, el propio Benedetti ha sido claro “La Costa Caribe fue quien le dio el triunfo a Petro[2]”.
Tras culminado el proceso electoral y a solo diez meses de iniciado este gobierno, estalló el escandalo sobre el presunto financiamiento ilícito de la campaña del actual mandatario, hecho que ha llevado a varios congresistas de la bancada de gobierno, entre ellos María José Pizarro e Iván Cepeda, a oponerse a la designación de Benedetti nuevamente en un cargo público. De la misma manera en que Santos tuvo su Odebrecht, Uribe y Duque su ñeñepolítica, así mismo Petro tiene su propio capitulo con Benedetti.
Nadie olvida las declaraciones filtradas en las que Benedetti le manifestaba a Laura Saravia sentirse maltratado por el presidente, debido a que no se le asignaba un cargo acorde con la relevancia que, a su juicio, tenía en el movimiento. En esos mismos audios no solo amenazó a la hoy Ministra de Relaciones Exteriores, sino también al propio jefe de Estado, asegurando: “Que tal que yo dijera de donde salió la plata para la campaña en la costa, nos vamos presos todos”, el exembajador prosiguió “Con tanta mierda que yo sé, pues nos jodemos todos, sí, ustedes me joden a mí, yo los jodo a ustedes, pero se caen las Torres Gemelas. (…) A Osama Bin Laden, cuando tumbó las Torres Gemelas, le importaba una mondá la imagen y si lo iban a matar o no lo iban a matar, pero tumbó las Torres Gemelas[3]”. Estas revelaciones salpicaron al gobierno y, pese a ello, el declarante es hoy, la mano derecha del presidente.
El presunto financiamiento ilícito de la campaña del actual presidente constituye uno de los casos más graves que ha afrontado este gobierno, motivo por el cual muchos consideran indispensable aclarar si Benedetti incurrió o no en actos ilícitos a nombre de la campaña antes de otorgarle un cargo. De hecho, el propio jefe de Estado manifestó en su momento la necesidad de que el excongresista rindiera cuentas ante la Fiscalía[4] y hasta la fecha la investigación continua en curso. Por cierto, en la última citación ante la Corte Suprema de Justicia, programada para el 27 de enero, Benedetti no se presentó, siendo esta la segunda vez que el hoy Jefe de Despacho no compadece ante las autoridades[5].
Este tipo de actitudes, que obstaculizan el esclarecimiento de la verdad, han generado divisiones en el gobierno, sumadas a las cambiantes posturas ideológicas que Benedetti ha manifestado a lo largo de su trayectoria política. Aunque el presidente habla de segundas oportunidades, postura comprensible tras su trasegar político y social; varios de sus allegados, como quedó evidenciado en televisión nacional, señalan que de segundas oportunidades está lleno su gobierno.
El propio Director General del DNP, Alexander López, afirmó que en cargos de tan alta relevancia deberían estar quienes siempre han respaldado este proyecto político[6] y que paradójicamente no han tenido ni la primera oportunidad. El mensaje de López es claro, en su afán de promover el cambio, tramitar las reformas y sacar adelante su agenda, el gobierno ha establecido alianzas con distintos partidos y movimientos sociales, a costa de nombrar en ministerios a figuras que no comparten plenamente la visión y el programa que triunfó en las últimas elecciones.
Resulta lamentable que para diciembre del año pasado y en apenas dos años de gobierno, ya hubieran pasado 41 ministros y ministras[7] por los 19 ministerios que tiene actualmente el país, siendo una de las principales razones la escasa afinidad que varios de estos funcionarios han tenido con la agenda de gobierno. El mandatario por su parte cuestiona que las empresas de energía sigan administradas por los mismos de siempre; sin embargo, en una aparente contradicción, se han designado en altos cargos a figuras provenientes de los mismos partidos políticos tradicionales, que no representan los principios ni los ideales de la Colombia Humana.
Probablemente se esperaba que el presidente fuese más contundente con Benedetti tras el escándalo sobre el presunto financiamiento de su campaña. Sin embargo, por más llamados a la moralidad que el mandatario intente plantear en este asunto, resulta evidente que Benedetti consiguió su objetivo: ocupar un puesto relevante en el gobierno, sin enfrentar repercusiones y sin haberse presentado ante la Fiscalía. Una cosa queda clara, el exsenador Gustavo Petro se alinearía con el pensamiento de la vicepresidenta Francia Márquez, la ministra Susana Muhamed y varios de sus copartidarios; el presidente Petro, por el contrario, no.
Presidente, procure que esta no se convierta en su propia historia de Troya con dos desenlaces posibles: el primero, en el que el caballo es sustituido por un burro; el segundo, donde usted es el mismísimo Ulises. En ambos escenarios, pierde el progresismo y pierde Colombia.
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*Historiador y Archivista, Especialista en Gerencia de Proyectos. Líder y asesor en proyectos archivísticos y de gestión documental.
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X: @feribarramz
LinkedIn: Fernando Ibarra Martinez
(Esta es una columna de opinión personal y solo encierra el pensamiento del autor).
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[1] Revista Semana. (octubre de 2020). Las agudas críticas del senador Benedetti contra Juan Manuel Santos. Semana
[2] El Espectador. (junio de 2022). “La Costa Caribe fue quien le dio el triunfo a Petro”. El Espectador
[3] Revista Semana. (junio de 2023). En audio: “Me joden a mí, yo los jodo a ustedes, pero se caen las Torres Gemelas”. Semana
[4] LaSillaVacia. (junio de 2023). Las 9 frases más dañinas para Petro de los audios de Benedetti. LaSillaVacia
[5] MSN. (enero de 2025). Armando Benedetti no compareció, una vez más, a declarar ante la Fiscalía en caso de campaña de Gustavo Petro. MSN
[6] El Espectador. (febrero de 2025). “No nos representan”: Alexander López también se fue contra Benedetti y Sarabia. El Espectador
[7] Vanguardia. (diciembre de 2025). Gustavo Petro completa más de 41 ministros en dos años de Gobierno. Vanguardia