En la Escuela Normal Superior, tres estudiantes graduadas en la institución, se preparan para enseñar a la población sorda y hacen sus prácticas de ciclo complementario. “Ellas vienen realizando sus actividades, traen sus planeaciones, implementan con ellos sus conocimientos y ponen en práctica la teoría adquirida”, señaló Lolita Santos, docente de la Normal.
Prácticas de vida
Angie Carvajal, es un ejemplo de tenacidad y optimismo, desde su nacimiento perdió su capacidad auditiva y sus padres la inscribieron desde preescolar en la Normal Superior.
Ahora Angie quiere ser docente de niños sordos y es por eso que se prepara en el ciclo complementario.
En su alegre mundo del silencio y con rápidas señas, la estudiante asegura que no hay nada imposible para una persona sorda.
“Yo quiero ser profesora, entonces me inscribí en el ciclo complementario para formarme y poder hacer esas prácticas con los niños sordos”, indicó.
También se prepara para servir como docente Daniela Manrique. Agradecida manifiesta en su mundo de lengua de señas que les debe mucho a los profesores.
De las tres estudiantes, María Camila Camargo es oyente, desde la primaria, ella aprendió la lengua de señas colombiana para comunicarse con sus compañeras de aula.
La Escuela Normal Superior es uno de los colegios oficiales de Bucaramanga que hace énfasis pedagógico en la formación de estudiantes sordos.
En la actualidad hay 60 de ellos estudiando desde preescolar, ciclo de primaria y los grados de bachillerato.
Los estudiantes cuentan con la ayuda de apoyos pedagógicos e intérpretes para facilitar la educación.
En el mes de diciembre de 2021 cinco estudiantes sordos obtendrán el título de bachiller, y si lo desean, podrán seguir su formación complementaria.
