Por: Ismael Ibáñez/ Durante años hemos visto la oposición ser de izquierda y muchos de estos opositores exmilitantes de grupos guerrilleros a quienes los acuerdos de paz les dieron privilegios y beneficios que los eximimos de delitos que sin lugar a dudas si fueran juzgados estarían presos en una cárcel de alta seguridad, ¿por qué hago esta introducción?
La gran parte de la historia de nuestro país ha sido gobernada por la derecha y la oposición había estado luchando por años por conquistar el poder y demostrar que las cosas se podrían hacer diferentes a través de la famosa palabra de cambio aquella que está tan trillada por los políticos de turno que en sus campañas prometen ser los salvadores, pero en sus gobiernos demuestran que dicho cambio solo sirve para retroceder o al menos las cifras de seguridad así lo demuestran.
En tal sentido, mientras la oposición de izquierda era gobernada por la derecha se les garantizaba su seguridad democrática, su participación en política sin sesgos, y por supuesto las garantías plenas para ser tenidos en cuenta en los procesos electorales sin mantos de deuda por sucesos coyunturales.
No obstante, después de tanta lucha de la oposición por llegar al poder lo consiguen y tienen una oposición de derecha que esperaba un escenario similar al que se le había garantizado cuando la izquierda fue oposición, pero infortunadamente el sesgo político, el discurso de división de clases, el querer imponer las ideas y si alguien piensa distinto es tildado como tirado hasta de HP fue llamado el presidente del Senado el Dr. Cepeda por el señor jefe de Estado, Gustavo Francisco Petro Urrego.
Son hechos inéditos, las constantes amenazas a los senadores y representantes por parte del presidente de la República, si votan contrario a los proyectos propuestos por el gobierno, todo esto nos lleva a concluir que la democracia está en riesgo, la institucionalidad está en desprestigio y que la división de poderes poco o nada se respeta.
Es momento que se le dé la posición que le corresponde a la oposición, es lamentable el suceso ocurrido al senador Miguel Uribe e inadmisible que el congresista haya solicitado en 20 ocasiones reforzamientos a su seguridad y en todas les fuese negado, es insólito que esperaron un atentado para entonces asignarles tres camionetas blindadas.
Es triste ver las pocas garantías que tiene la oposición, sin embargo, como dirían nuestros abuelos afortunadamente la oposición se ha parado en la raya y ha tomado la posición que le corresponde estar del lado correcto de la historia y defender la democracia.
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*Administrador de Empresas, Especialista en Gerencia Empresarial, Magister en Dirección y Administración de Empresas, Doctor (c) en Administración y Dirección de Empresas, Gerente General El Porvenir IG SAS.