Por: Pablo Arteaga/ El sueño de tener un equipo de fútbol en la División Mayor del balompié colombiano se lograría gracias al esfuerzo de varios empresarios locales y luego, en un momento decisivo, del exalcalde Elkin David Bueno Altahona. La hinchada barranqueña ha dado muestras de amor por la tierrita a pesar de los reveses y derrotas. Se lograría en ese gran propósito de crear sentido de pertenencia, amor por lo local y en torno a los colores orinegros. Sin embargo la cuestión no ha sido igual en el manejo de los recursos públicos y en especial en los derivados, entre otros de las regalías petroleras.
Al frente del manejo de los recursos públicos ha estado una experta en el manejo de este rubro. Me refiero a la doctora Isabel Lobo Gualdrón. Desde los años del difunto alcalde Edgard Cote Gravino, me cuenta, esta juiciosa e inteligente funcionaria se apersonó del tema, dejando en el camino a funcionarios del municipio que deberían ser diestros en los asuntos fiscales.
Expertos (a) como el doctor Pedro Flórez Olivares, Rafael Hernández y el abogado Jorge Núñez Hernández han sido sacados del camino por distintas razones.
Con la alcaldía del emproblemado alcalde Darío Echeverri Serrano, la juiciosa funcionaria bumanguesa ha llegado a su punto más alto de maniobras administrativas en el manejo de los recursos de la renta petrolera, y no propiamente para mejorar las condiciones del desarrollo social, económico e institucional del municipio porteño. Su camiseta ha sido más la del Atlético Bucaramanga que la del Alianza Petrolera.
Felices están los empresarios de la capital santandereana con la directora técnica del nuevo equipo administrativo de la alianza petrolera. No juegan de locales sino para otras hinchadas. Para los amantes del cabrito, la carne oreada y la hormiga culona que del bocachico, la yuca mona blanca, el sancocho trifásico y el patacón. La directora técnica del nuevo Alianza Petrolera ha encontrado en el gobernador Didier Tavera un excelente auxiliar para armar el Plan de juego.
Ellos dos con su voto en el OCAD deciden qué hacer con los recursos de inversión de regalías, en el centro de decisión llamado OCAD y del cual conocí su manejo cuando estuve trabajando en la gobernación. Les importa un carajo lo que diga el funcionario de Planeación Nacional, se lo pasan por la bragueta y la faja. Les vale na’. Y para darle sello de legitimidad social tiene a un ‘firmón’ del Comité Gremial, cercano a la jugadilla del alcalde que les da visto bueno al sentido de oportunidad.
Todo ello no sería posible sin un masajista y asistente. Labor que en forma perfecta realizaba el ingeniero Fernando Andrade en la Secretaría de Infraestructura como Jefe de la oficina de vías y hoy alcalde titular por cosas del destino y vivezas del viejo doctor Horacio Serpa Uribe. Un corre y ve dile perfecto. Más del 70% de la inversión de los recursos de regalías han sido destinados a vías, han jugado al toque toque para entretener la hinchada y cobrar gruesas sumas de dinero por esa presentación sin resultados reales.
Basta ver la malla vial urbana y rural para descubrir la estafa, el mamagallismo, la sinverguenzura y la corrupción. Le han hecho un homenaje a la perversidad con dineros del municipio y lastimosamente contando con el eco de comentaristas embozalados y políticos arreglados con una que otra barbacha.
Lo que no sabe la hinchada local es que llegó un billete largo de años anteriores que no han dado a conocer y que van otra vez para vías y bajo el lema “del cuero salen las correas”. Dicho de otra forma. Llegó la plata para armar las campañas de la alcaldía y el concejo con plata de las regalías ocultas y, repito, sin que la verdadera hinchada de la municipalidad se entere.
Y tienen hasta junio para repartir los contratos y sin darles nada a concejales y a nadie. Toda para seguir gobernando en favor del Atlético Bucaramanga.
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