Para la autora de la iniciativa, la senadora Karina Espinosa, “la gente es infiel porque nuestra sociedad normalizó la conducta, hasta el punto de festejarla”.
Hace unos días fue radicada ante el Congreso de la República el controversial proyecto de ley ‘Cero Cacho’, una iniciativa de la senadora liberal, Karina Espinosa.
La iniciativa basa la infidelidad como un problema de “salud pública” que incluso ha generado muertes, pero además contempla el concepto de cacho, no solo como el engaño a una pareja, también el acoso escolar, la violencia intrafamiliar y otras situaciones que “afectan el tejido social” y que se esperan enfrentar con educación.
Para la senadora, autora de la propuesta legislativa, el Proyecto de ley incorpora un nuevo modelo curricular que apunta a la reconstrucción de la sociedad.
“Educaremos en prevención del consumo de sustancias psicoactivas y las consecuencias derivadas del consumo, abuso, dependencia y adicción. Erradicaremos la violencia física y verbal, la violencia intrafamiliar, bullying o acoso escolar, el abuso de menores y la violencia de género o contra la mujer. También buscaremos prevenir el reclutamiento infantil y la comisión de delitos e infracciones contra menores de edad. Se busca además evitar el suicidio infantil y manejo de las emociones”, explicó.
Dijo además que el texto radicado plantea trabajar en otros aspectos como evitar las relaciones sexuales, los trastornos alimenticios, la deserción escolar, y la cultura cero cacho, que se fundamenta en ‘no hagas al otro lo que no quieres que hagan contigo’. Todo esto a través de un nuevo modelo educativo.
La congresista advierte que, “la gente es infiel porque nuestra sociedad normalizó la conducta, hasta el punto de festejarla. Nuestros hijos van a seguir imitando lo que le estamos enseñando, no podemos esperar un resultado diferente si no entendemos que es un problema social. Se convirtió la infidelidad en una adición y nuestra sociedad no nos está educando para contrarrestar en ese sentido, nos están emancipando a nuestros jóvenes a través la música, los contenidos televisivos y las redes sociales. Tenemos que ser capaces de educar de cara a esta realidad”.
Y destaca que, “el bullying, la intolerancia, el acoso escolar, la infidelidad son problemas de salud pública, nos corresponde reconocerlo así, ¿por qué? Porque estos comportamientos nos generan violencia, suicidios, depresión que desencadena en problemas de salud mental y homicidios que son considerados por la literatura como problemas de salud pública”.
Precisa la senadora Espinosa que, “esa es una verdad irrefutable y existe un nexo causal que une todo lo aquí descrito, lo cierto es que la falta de valores y principios nos están incrementando considerablemente estas estadísticas”.