Por: Laura María Jaimes Muñoz/
Durante décadas hemos sido testigos de las múltiples situaciones y problemáticas del país, bien o mal se ha resistido y en muchas ocasiones la resiliencia ha sido una fortaleza en el desarrollo de habilidades afrontamiento que permite que los individuos puedan sobrellevar la vida.
Lo malo en realidad no son los problemas; lo malo es que esto se ha convertido en parte de la cotidianidad, pues bien, nos estamos adaptando a la violencia, derivado de la sobre exposición a la misma, pues ya se podría decir que sus múltiples manifestaciones en gran mayoría se están convirtiendo en eventos o situaciones “normales”, como por ejemplo: el aborto, que ahora se llama IVE (Interrupción voluntaria del embarazo) con sus respectivas restricciones en Colombia; como por ejemplo: padres que abandonan a sus hijos cualquiera que su “disculpa” continuando los cordones de pobreza por esta situación; como por ejemplo: el consumo de sustancias psicoactivas que ahora se busca legalizar “la dosis personal” que según esto minimizaría el problema; como por ejemplo: los embarazos en adolescentes que por estadística hoy ya es un problema más para salud pública; como por ejemplo: el suicidio que ahora sólo son estadísticas y también un problema más para salud pública; como por ejemplo: el aumento de muertes por falta de tratamientos oportunos que ahora le llaman autorizaciones “NO POS” pero los recursos si están el en sistema; como por ejemplo: el aumento en los casos de desnutrición severa en nuestros niños y niñas, que ahora le llaman Plan Alimentario Nutricional entre otros el Programa de Alimentación Escolar “PAE” que nunca funciona pero los recursos si se ejecutan; como por ejemplo: el aumento del desempleo en Colombia que hora se llama falta de emprendimiento, pero cada día hay más impuestos y quiebran a los empresarios; como por ejemplo: el narcotráfico que ahora se llama cultivos ilícitos que serían reemplazados por el cultivo de la paz “el cacao” pero no hay beneficios para los cacaucultores campesinos que trabajan la tierra.
Y de esta manera podríamos seguir nombrando cada problema con un “supuesto” programa o alternativa de solución, pero la realidad sentida es otra, y los ciudadanos de a pie, los que viven el día a día, son los que tienen que sufrir las consecuencias de cada una de estas situaciones en la cotidianidad y que su entorno lo permita.
Ahora bien, si pensamos sólo en ¡un problema¡, ¡sólo en uno! descrito anteriormente, como por ejemplo: el embarazo en adolescentes y analizamos ¿dónde radica? podríamos darnos cuenta la historia real que desata esta situación que también se convirtió en una estadística y en un problema para salud pública, siendo más específicos para la Salud Sexual y Reproductiva, pues el gobierno en su plan nacional de salud centra sus esfuerzos en promoción y prevención, visualizando soluciones con actividades en los diferentes sectores, entre ellos en los colegios con los niños y niñas, con jóvenes adolescentes, y allí proponen una solución para prevenir los embarazos no deseados, el cual es “educar” en métodos de planificación familiar o hacer jornadas de entrega de preservativos,-y la solución quedo lista- pero pregunto ¿se está llegando a la raíz del problema? ,- creo que no-, revisemos con profundidad y miremos si un joven logra pensar en un proyecto de vida o en su bienestar con charlas de métodos anticonceptivos.
Miremos algunas familias, que han sido víctimas de violencia intrafamiliar, de desempleo, de problemas como el alcohol o drogas, pensemos en los adolescentes que tienen que salir a” buscar la vida” cuando deberían estar en un centro educativo, a niños y niñas que quieren huir de sus casas por el maltrato infantil, a jóvenes que prefieren suicidarse porque nadie los escucha, a jóvenes que buscan las drogas para no pensar en sus problemas y encuentran refugio en pandillas con sus “amigos”, y a jóvenes que en su adolescencia buscan tener novio o novia para encontrar el afecto que no tienen en sus hogares.
¿Dónde radica todo? Radica en la falta de oportunidades para una familia del común, madres solteras que tienen que salir a trabajar y en muchos ocasiones no tienen con que dejar a sus hijos, tomando la decisión de dejarlos al cuidado del vecino o peor aún encerrados, desatando de esta manera factores de riesgo, como lo es el abuso sexual, o enfermedades de salud mental, otro caso específico son jóvenes que inician su vida sexual a temprana edad, que inducidos por la necesidad desean ayudar a sus padres con algún tipo de recurso, convirtiéndose esto en prostitución infantil.
Es así, que como consecuencia de estos problemas, en su mayoría de los casos, quedan embarazadas sin planearlo, sin una estabilidad económica y mucho menos sin un hogar, ahí podemos apreciar la ¡TRAMPA DE LA POBREZA!, trampa que muchas niñas y niños desconocen, ya que su vida ha sido esa , luchar para sobrevivir, resistir a las dificultades y seguir viviendo sin oportunidades de cambiar la historia de sus vidas, pues al encontrarse con un embarazo viene entonces la responsabilidad de “criar” a este nuevo integrante de su familia y allí termina un proyecto de vida para empezar a construir un proyecto de vida con su nueva realidad.
Y así continúa y se repite la historia, traducida en desigualdad social, donde un 20% de la población tiene oportunidades, quedando un 80% para resistir; hoy tenemos la esperanza que de alguna manera este gobierno “saque su varita mágica” y empiece a solucionar muchos de estos problemas que de alguna manera u otra hemos afrontado o hemos observado, y que preocupan a muchos padres de familia y a muchas personas que todavía creen que hay un futuro mejor, un futuro con oportunidades para ese 80% que resiste y que en últimas sostiene a un país.
Sería importante que los congresistas y los que tienen el poder también estuvieran preocupados por ayudar a minimizar esta situación, gestionando, vigilando, trabajando continuamente por el bienestar de la comunidad, llegando a los entes territoriales que direccionan los recursos que nosotros, los ciudadanos pagamos en impuestos, logrando paso a paso encontrar soluciones efectivas y eficaces, donde estén más pendientes de trabajar por la comunidad y para la comunidad, que por si un congresista decide bajarse los pantalones y llamar la atención sin nada de fondo, dejando lo importante para lo cual fue elegido, para pasar a un sensacionalismo y a un protagonismo mediático que cuida votos de opinión, marcando así la diferencia con sellos de dignidad, pero al revisar el trabajo que hacen por el pueblo, no hay ninguna evidencia en el medio.
Si todos lográramos trabajar por cambiar la historia, visualizando y generando proyectos reales en la comunidad, las vidas de muchas personas tendrían la esperanza de un futuro mejor traducido en calidad de vida.
Twitter: LaurajaimesM
Instagram: Laura Jaimes Muñoz
Facebook: Laura Maria Jaimes Muñoz