La Unión Europea se moviliza para racionar gas, en momentos en que Moscú restringe el suministro.
Los gobiernos de los 27 países aprobaron este 26 de julio un plan de emergencia sobre el racionamiento del recurso de cara al próximo invierno.
El acuerdo exige a los Estados miembros reducir la demanda de gas natural en un 15 % entre agosto de 2022 y marzo de 2023. El convenio implica acciones voluntarias para disminuir el consumo, pero si el ahorro resulta insuficiente, entonces el bloque impondría medidas obligatorias.
“Se acerca el invierno y no sabemos cuánto frío hará (…) pero lo que sabemos con certeza es que (Vladimir) Putin seguirá con sus juegos sucios al abusar y chantajear con los suministros de gas”, aseguró el ministro de Industria de República Checa, Jozef Sikela.
El bloque de 27 naciones alcanzó el pacto luego de que el lunes 25 de julio el gigante energético ruso Gazprom informara que limitará el abastecimiento a la UE, a través del gasoducto Nord Stream 1, solo al 20% de su capacidad. Los recortes iniciarán casi de inmediato: a partir del miércoles 27 de julio.
Moscú justifica su proceder en la necesidad de detener otra turbina en la estación de bombeo Portóvaya para revisar su estado.
Pero la movida aumenta las preocupaciones de que el Kremlin utilice el comercio del hidrocarburo para desafiar a las naciones que se oponen a la guerra que lanzó contra Ucrania el pasado 20 de febrero.
Una docena de países de la UE ya enfrentan una reducción en los suministros rusos, por lo que Bruselas presiona a ahorrar gas y almacenarlo para los meses con bajas temperaturas por temor a que Rusia corte por completo los flujos, en represalia por las sanciones occidentales debido al conflicto.
Las excepciones del plan de la UE
El acuerdo plantea excluir del recorte a naciones como Irlanda y Malta que no están conectadas a las redes de gas de otros países de la UE. La excepción fue hecha después de que algunos gobiernos se resistieran a la propuesta original de implantar un recorte vinculante a todos los países.
No obstante, el ministro de Economía de Alemania, Robert Habeck, aseguró que el acuerdo demostraría a Putin que Europa permanece unida frente a sus últimas acciones. «No nos separarán», dijo Habeck.
También queda exento del objetivo trazado el gas que se utiliza en industrias críticas como la fabricación de acero, la cual consume mucha energía.
Los países que cumplan con la reducción planteada para agosto podrían encarar luego menores exigencias, lo que suavizaría los recortes para aproximadamente una docena de estados como Alemania e Italia, según muestran sus actuales niveles de almacenamiento.
Además, aquellos con una capacidad limitada para exportar gas a otros países de la UE pueden solicitar un margen menor de ahorro, siempre y cuando exporten lo que puedan. Eso podría incluir a España, que no depende del gas ruso, ya que la mayor parte la adquiere de Estados Unidos y África.
Madrid ha señalado que reducir su propia demanda no ayudaría a otros territorios ya que carece de capacidad de infraestructura para compartir combustible de repuesto.
Rusia, que suministró el 40% del gas de la UE antes de invadir a Ucrania, ha señalado que es un proveedor de energía confiable, pero está claro que las reducciones en el recurso vital aumentan cada vez más y Bruselas intenta protegerse.