La emoción de los haitianos se hizo sentir en la madrugada de este sábado 12 de noviembre al reabrirse las gasolineras del país por primera vez en dos meses. La principal terminal de combustible de Haití, Verreux, llevaba bloqueada desde septiembre por el grupo armado G9.
Después de varios días de enfrentamientos con la policía local, el líder de la G9, un expolicía apodado “Barbacoa”, decidió levantar el bloqueo a la terminal. Casi 400 camiones cisterna llegaron a principios de esta semana al sitio, ubicado en Puerto Príncipe, la capital del país, para abastecerse. Los mismos fueron los encargados luego de depositar el combustible en las gasolineras del país bajo un fuerte dispositivo policial.
La terminal de Verreux posee el 70% de la capacidad de almacenamiento de combustible de la nación. Es por eso que parar su funcionamiento implicó graves afectaciones a muchos sectores que necesitan el combustible para funcionar, como el sector de la salud, precisamente en un momento en que Haití atraviesa un brote de cólera.
“Estamos muriendo aquí”
En total, se han distribuido por las estaciones del país más de un millón de galones de gasolina y otra cifra similar en diésel.
Durante el tiempo de bloqueo, el mercado negro comerciaba la gasolina a unos 30 dólares por galón. Un precio que muchos no podían darse el lujo de pagar y que, además, no garantizaba la calidad del combustible.
Arnel, un joven de 28 años, lo resumía así: “No todas las personas son iguales. No todos tienen la misma capacidad para sobrevivir. Estamos muriendo aquí”.
A pesar de la alegría que significa volver a ver la circulación de los combustibles por el país, los altos precios impuestos por el ejecutivo hacen que la preocupación permanezca entre los ciudadanos. “Alzaron los precios del gas en un momento equivocado”, opinó Marc André, un conductor de 40 años. “Va a ser bastante duro para las personas que no tienen nada”, concluyó.
A mediados del mes de septiembre, el primer ministro, Ariel Henry, anunció que su Gobierno no podía subsidiar los combustibles, subiendo en algunos casos a un equivalente de dos a cuatro dólares.