“Nuestros sueños son el motivo de despertar cada día y está demostrado que cuando una mujer se propone conseguir lo que desea lo logra con esfuerzo y motivación”, es una verdad grabada en mármol de Angélica María García Rodríguez, quien está en el grupo selecto de las superpoderosas y al tiempo que reitera esa verdad también recomienda a las mujeres que apenas están en el comienzo de su vida “que nunca desfallezcan ni dejen de seguir sus sueños. Las mujeres tenemos una capacidad enorme de buscar soluciones, alternativas. Somos perseverantes, luchadoras y principalmente especiales”.
Cuenta Angélica que “mi familia está conformada por mis padres, María Alcira Rodríguez de García y Arnulfo García Contreras, mis hermanos Wilinthon, Diana Yamile y Diego Armando y mi hija Emily Sofía García. Mi familia se destaca por ser trabajadora, siempre en búsqueda de salir adelante, en especial mi hermana Diana, es una persona muy creativa y emprendedora, le gusta realizar distintas actividades, pero la principal es la repostería y manualidades, siendo estos algunos de sus innumerables dones y habilidades. Mi hija es una persona muy especial, inteligente y con mucho carisma, siempre está motivada a aprender cosas nuevas y lo que no conozca lo investiga hasta convertirse en experta en el tema. Tiene un interés en la lectura y la astrología, es mi orgullo y mi motivación todos los días”.
Hoy es abogada, realizó sus estudios primarios en la Escuela Rural El Volcán, del municipio de Vetas y los secundarios en el Colegio San Juan Nepomuceno, cabecera de Vetas. Desde su época escolar reconoció el amor que le tenía al estudio, principalmente a la lectura, interés que recorrió toda su vida estudiantil y que la acompaña ahora en su desarrollo profesional y personal. “Gracias a la oportunidad que me brindaron mis papás de estudiar y salir adelante, fue lo que me llevó a ser alcaldesa de Vetas, mi posición actual, siendo este uno de los mayores logros cumplidos”.
Contó además que “me considero una persona con una motivación alta para seguir aprendiendo cada día, por ello realicé mi pregrado en Derecho y luego una maestría en Derechos Humanos, Gestión de la transición y Posconflicto. La decisión de escoger el derecho como profesión viene de un sentido de pertenencia, de colaboración y sobre todo de la pasión por ayudar a las demás personas, de ser aquella persona que con sus conocimientos y capacidades puede ayudar a revivir la sociedad, a no dejarnos desfallecer sino cada día salir adelante. Por ello decidí ampliar mis conocimientos y realizar la maestría en Derechos Humanos, siendo uno de mis intereses primordiales en mi profesión”.
La primera experiencia laboral de Angélica fue en el 2012 “gracias a una mujer maravillosa, quien me permitió demostrar mis capacidades y despertar cualidades que al día de hoy trato de ejercer en mi diario vivir. Mi fuerza para seguir adelante siempre ha sido mi familia, es mi motor de vida y las personas a las cuales siempre estaré agradecida de tener a mi lado en todo momento demostrándome su apoyo incondicional”.
Desde su grado en Derecho y la maestría “me vinculé laboralmente por lo que he tenido una amplia experiencia en mi profesión. Mi actual cargo ha sido el más importante en mi experiencia laboral, más que un reto profesional fue un reto personal, estoy agradecida con las personas que me brindaron su apoyo y principalmente su confianza para ser esa voz que necesitamos todos para construir una mejor sociedad”. Recuerda Angélica que en ese tiempo “un reconocimiento muy especial fue el otorgado por el Honorable Concejo Municipal de Vetas, otorgado mediante la Resolución 068 del 2023, en la cual se destacó mi labor desempeñada como Personera, por vocación del servicio, ética, y especialmente por la defensa y reivindicación de los derechos y las tradiciones ancestrales de la comunidad vetana en todo el proceso de delimitación del Páramo de Santurbán”.
Vetas es un municipio de clima frío y Angélica no es muy expresiva, parece muy seria, aunque ella prefiere señalar que “me considero una persona perseverante. Siempre busco nuevos caminos, nuevas metas, estoy en constante cambio, aprendiendo todos los días, me gusta retarme porque conozco mis capacidades y sé que soy capaz de lograr cualquier cosa que me proponga”. Además, es una mujer muy joven.
Dice que “todo logro requiere de sacrificios, y somos nosotros quienes tenemos el control de la situación y decidimos si queremos o no llegar a la meta. No ha sido solo un sacrificio mío sino de las personas que están a mi alrededor, con su apoyo, su constante motivación y sobre todo su fe puesta en mí. Un sacrificio representativo ha sido lograr tener un equilibrio entre mi vida profesional, personal y familiar, sin embargo, todos los días me despierto agradecida por lo que he logrado y por lo que tengo”.
Revela con tristeza que “he disminuido mi hábito de la lectura, aunque trato en lo posible de no dejarlo y de inculcarlo en mi hija. Un hábito nuevo es la meditación, ha sido una herramienta muy importante para llevar a cabo mis responsabilidades en los distintos escenarios de mi vida”. Tres aspectos que la motivan a diario para continuar “son mi pasión por lo que hago, mi perseverancia y sobre todo el amor por el pueblo vetano. Para las superpoderosas que están iniciando este camino tan especial les aconsejo que nunca dejen de soñar, de luchar y sobre todo tengan calma porque los logros con esfuerzo y dedicación llegan a nuestra vida”.