Por: Carmen Elisa Balaguera Reyes/ Por todas las redes, libros y anuncios nos dicen que son las abejas los animales más importantes del planeta tierra son esenciales para la supervivencia de la humanidad, ya que son responsables de la polinización del 90% de las plantas y el 75% de los alimentos que consumimos, pero en nuestros entornos los científicos y funcionarios no han previsto lo que viene ocurriendo con ellas.
El doctor Dr. George McGavin es un entomólogo británico, autor, académico y explorador. Establece que un cuarto de millón de especies de plantas florales depende de las abejas. También que muchas especies son cruciales para la agricultura, y que sin las abejas no sólo perderíamos a las flores, sino a muchos otros vegetales, incluidos árboles frutales, y otros cultivos que comemos a diario. Las abejas están muriendo en muchas partes del mundo, en gran parte debido a insecticidas y a la fragmentación de los espacios naturales. Y ciertamente un mundo sin abejas sería catastrófico, como dijo McGavin, “la humanidad moriría si no existieran estos animalitos”.
Este fenómeno lo estamos viviendo y sin saberlo se participa en la muerte de estos insectos invaluables y necesarios para la supervivencia humana. Un santandereano Horacio Lamus Aguilar presenta su investigación ante varias instituciones tiene un trabajo al que ha estado pidiendo apoyo ya que con una incipiente investigación ha logrado tener la maravillosa idea de que logremos conocer cuales fueron nuestros nativos árboles y que por la inconciencia del ser humano los hayamos perdido.
Muchos gobiernos han pasado y no se le da importancia a lo fundamental, tener una política pública para fomentar la ciencia y la tecnología y posibilitar nuevos hallazgos es lo que debería ofrecerse desde las universidades y la institucionalidad. Dentro de sus averiguaciones Lamus Aguilar descubre que se ha venido plantando un árbol denominado Tulipán Africano nombre científico Spathodea campanulata.
En muchos lugares se vende en todos los viveros, por internet y en las corporaciones ambientales que nos rigen han apoyado su comercialización y su siembra; descubre que este árbol tan vistoso por sus frondosidad y por las hermosas flores anaranjadas sean las culpables de que muchas abejas mueran, una sustancia a la que los pequeños les gusta reventar con sus manos ya que de ellas sale un líquido de muy mal olor es la que hace que lleguen las abejas a chupar de esa sustancia y morir de manera inmediata.
Esta especie es considerada como una de las 100 plantas más dañinas del mundo (Ver más) en internet aparece en el numeral 88. (Ver más)
Esta preocupación del Tecnólogo Lamus Aguilar reflexiona que es lo que se investiga, lo que se planea para poder arborizar nuestra ciudad que tanta falta le hace. Los proyectos viales han hecho que se hayan perdido cientos de árboles y no podemos volver a recuperar, pero adicional a esto son las cientos de edificaciones a los cuales ni las curadurías urbanas ni las oficinas de planeación cumplen con la norma de tener un ambiente sano.
En otras latitudes nos llena de emoción saber que hay personas jóvenes que se interesan en este tema y han unido esfuerzos para las abejas siendo un insecto esencial para la supervivencia de la humanidad no desaparezcan, pero se tiene el apoyo del Estado y las comunidades para que alcancen su objetivo. (Ver más)
Y como se está diciendo en el argot popular, cuidemos el medio ambiente porque el otro medio ya lo perdimos.
Correo: celisabreyes2008@hotmail.com
Twitter: @celisabalaguera