El exfiscal anticorrupción, Luis Gustavo Moreno, afirmó que teme por su vida estando en la Cárcel Nacional Modelo, porque no se le han suministrado las medidas de seguridad, teniendo en cuenta que es un colaborador de la justicia.
En diálogo con la periodista María Jimena Duzán, el exfiscal consideró que todos los políticos, exmagistrados y funcionarios a los que ha denunciado en desarrollo de este proceso buscan callarlo.
«Yo sí veo manos oscuras detrás de todo esto, que lo que quieren es que yo sea asesinado y en el entretanto que me llene de temores, para no declarar, para que no se amplíe la lista de implicados y para que no siga cooperando con las autoridades», agregó.
Recordó que hasta el momento ha hecho denuncias contra 26 personas, la mayoría de ellos políticos, pero que pareciera que dichas investigaciones no han avanzado nada, solo en el caso de Álvaro Ashton que está en libertad, mientras que los otros están en la impunidad.
«Yo era un miembro de esa organización criminal, pero no hubiera podido dar ningún tipo de resultados y si no tuviera el respaldo al interior de la Corte Suprema de Justicia de esas personas que hicieron parte lo que el país conoce como el Cartel de la Toga”, dijo el exfiscal Moreno.
Agregó que la oficina que tenían con el exmagistrado Francisco Ricaurte y su compañera sentimental Luz Marina, era para darle apariencia de legalidad a dichos actos de corrupción que eran delitos de cuello blanco qué se disfrazaron de una representación legal.
“Las personas que se beneficiaron de estas acciones no eran monjas de la caridad, eran y son delincuentes y fuimos en mi caso delincuentes de cuello blanco y por eso lo admito”, agregó.
Puntualizó que los colombianos no se puede tragar una mentira de esas de una corporación que investiga y juzga y que no son panaderos para no tener experiencia en este tipo de cosas.