A comienzos del mes de febrero de 2017, el Fiscal General de la Nación, Néstor Humberto Martínez, ordenó al director Seccional de Fiscalías de Santander, iniciar una investigación penal contra el alcalde de Bucaramanga, Rodolfo Hernández Suárez, por el presunto delito de fraude al sufragante. Pero 26 meses después, el proceso por los 20.000 Hogares Felices parece no haber avanzado.
Eso llevó a que Jaime Núñez, unos de los tantos engañados por el entonces candidato a la alcaldía de la capital santandereana, presentara hace unos días una demanda civil.
“Debido al incumplimiento del alcalde con su promesa de campaña, me siento engañado. Se burló de miles de personas que creyeron en su promesa. Una vez se reunió con varias familias en el norte, repartió unos formularios, pagamos 20.000 pesos por trámites y ahora va a terminar su alcaldía y no entregó ni lote ni casa. Me engañó”, aseguró el demandante.
“Esas cartas-cheque que estregó Rodolfo Hernández en campaña son una especie de pagaré, por eso se demanda su incumplimiento de campaña”, dijo el veedor ciudadano.
Sobre este tema, el alcalde de Bucaramanga se pronunció y respondió que trabaja para hacer la gestión del suelo y espera convertir el lote de Cemex, destinado para tal fin, convertirlo en urbano y entregarles los lotes a las 20.000 personas.
El proceso penal que no avanza
La directriz del Fiscal Martínez, se dio el 2 de febrero de 2017, quien de manera escrita le informó director Seccional de Fiscalías, Carlos Javier González Sarmiento, la existencia de una grave denuncia, radicada en su despacho con el número DGFN 20171000002345, en la que se revela como el Mandatario Local habría engañado a los votantes para hacerse al poder local.
Los argumentos de la denuncia tienen que ver con la denominada ‘carta-cheque’ que entregó Hernández a sus seguidores en campaña, en la cual se comprometía a entregarles uno de los “20.000 Hogares Felices”, además de un empleo remunerado por medio tiempo, si era elegido alcalde. Promesa que evidentemente le favoreció en las urnas.
En 2016, durante el primer año de gobierno, en el trámite del Plan de Desarrollo de Bucaramanga, Hernández cambió la finalidad de las viviendas y las convirtió un solo lotes con servicios, cada uno por valor de $20 millones de pesos, ubicados en el norte de la ciudad; situación que no le gustó a la opinión pública, ni a los “favorecidos” del proyecto ni al Concejo de la ciudad, tras considerar que las carta-cheques solo eran una estrategia de campaña para cautivar votantes.
Pero la situación no quedó allí. Al ser duramente cuestionado el alcalde por su “falsa promesa”, el propio Hernández reveló que los de las viviendas y otras propuestas, las propuso en campaña solo para lograr votos y ganar las elecciones. Al parecer, el autor de la denuncia puso en manos del Fiscal General esos testimonios que dio el Mandatario a los medios, con los cual, esa actitud del entonces candidato fue calificada como fraude al sufragante, descrito en el artículo 388 de la Ley Penal.
Hay fraude electoral
El entonces candidato a la alcaldía de Bucaramanga, Rodolfo Hernández Suarez, entregó en total 40.000 carta-cheques durante su campaña prometiendo una vivienda a 20.000 de sus electores de estrato 1, 2 y 3, quienes con un código deberían inscribirse en la página web: www.20milhogaresfelices.com.
La promesa era que, en caso que saliera ganador en las elecciones, les entregaría una de las 20.000 viviendas a los inscritos “favorecidos”, tras redimir su carta. Según el candidato, las viviendas se construirían a partir de enero de 2016.
Sin embargo, tres meses de haber comenzado su gobierno, Hernández ya había cambiado su discurso. Una vez como alcalde dijo que no iban a ser casas sino lotes y que no iban a ser gratis, sino con un costo menor (cálculos de 20 millones de pesos por lote, valor que se le sale de las manos a las familias de estratos 1, 2 y 3) y los lotes gestionados no cuentan (y es muy difícil solucionar el problema) con acometidas ni acceso a servicios públicos.
Además, según las pruebas aportadas que aportó el denunciante, en el Plan de Desarrollo no fueron consignados los recursos para la supuesta compra de los lotes por lo que se hace evidente que el proyecto de los 20 Mil Hogares Felices solo fue una promesa inviable de campaña que será incumplida en este cuatrenio, de los cual era conocedor el propio Mandatario, por su experiencia como urbanizador.
¿Qué es el “fraude al sufragante”?
Para los expertos en derecho penal, el fraude al sufragante es uno de los delitos de mayor ocurrencia, pero castigado en muy pocas ocasiones. Es una conducta punible que tiene ocurrencia cuando el sujeto agente mediante maniobra engañosa, obtiene que un ciudadano habilitado por la ley, vote por determinado candidato, partido o corriente política, o lo haga en blanco. La sanción a esta mala práctica es de prisión de cuatro a ocho años.
En el caso de Hernández, la conducta que se le reprocha al Mandatario es la de alcanzar, conseguir y lograr los votos para su elección mediante engaño. Esto se materializa cuando el ciudadano con derecho a votar es inducido en un error de tal magnitud, que vote evidentemente en determinado sentido, que no es o era de su interés.
Aclaró que, en el caso de la campaña de la Lógica, Ética y Estética, la maniobra engañosa es anterior al acto de votación, fue previamente ideada por el candidato y su objetivo era el de viciar el libre ejercicio del derecho al sufragio, usando las ‘carta-cheques’ como estrategia para ganar adeptos.
El fraude al sufragante puede perfectamente hacerse presente en una elección convocada para la realización de los mecanismos de participación ciudadana o democrática: plebiscito, referendo, consulta popular o revocatoria del mandato. La anterior, en razón a que el voto es el medio utilizado para expresar la voluntad ciudadana en cada uno de esos mecanismos.