Nepotismo, carencia de ideología y un amplio distanciamiento con el resto de fuerzas políticas del departamento, son, entre otras críticas, las que han generado el senador Richard Aguilar Villa y su hermano y precandidato a la gobernación Mauricio Aguilar Hurtado. Eso sin contar, el proceso penal aún vigente por enriquecimiento ilícito que afronta el coronel Hugo Aguilar Naranjo, padre de los dos.
Esas críticas son derivadas de los múltiples errores de cálculo político en su desmedido interés por poner un tercer gobernador de la familia. Los Aguilar, además de estar solos en el estadio, se han dedicado a darles codo a sus adversarios producto de las ansias de poder; situaciones que podrían generar, no solo la derrota electoral el 27 de octubre, sino, su desaparición de la escena regional.
Gracias hermanito @RICHARDAGUILARV por tu apoyo, seguiré trabajando para posicionar a Santander como un departamento seguro, equitativo y competitivo en el ámbito nacional. #SiempreSantander #CambioRadical pic.twitter.com/5cAcrSRe5m
— MAURICIO AGUILAR HURTADO (@MAguilarHurtado) May 25, 2019
Las infortunadas declaraciones de Richard en Barrancabermeja, donde se autodenominó el gerente de la campaña en el Magdalena Medio de su medio hermano para la gobernación, fue la gota que rebasó la copa que –a criterio de analistas- sería el principio del fin de su destacado paso por la política regional.
Nepotismo y ansias de poder
Aunque hace cuatro años se registraron fricciones entre Hugo y Richard, padre e hijo, cuando este último se desempeñaba como el segundo gobernador de la familia (el primero fue el coronel), derivando la derrota electoral de sus respectivos candidatos a la gobernación; en el resto de ocasiones los Aguilar se han mantenido unidos en torno a montarse en el caballo del triunfo.
Qué en esta ocasión, el exgobernador y ahora senador de Cambio Radical defienda a capa y espada la candidatura de su hermano Mauricio no es sorpresa, en esa casa electoral el nepotismo ha sido el modus operandi de su actividad política, muy por encima de la ideología.
A los Aguilar les da lo mismo hacer pactos con Dios y con el diablo –incluso con los dos al mismo tiempo- si eso les permite el acceso al poder. Hugo, Richard y Mauricio han pasado por diversos partidos y movimientos políticos, algunos de ellos cuestionados. Intentar imponer su ley en ellos les ha valido la salida de los mismos.
“Metida de patas”
Prueba de la inconsistencia política que ya es común entre los Aguilar es la “metida de patas” que hizo Mauricio hace unos meses cuando le pidió al propio expresidente Álvaro Uribe –en su visita a Santander el 15 de febrero de este año – el aval a la Gobernación del principal partido de derecha en Colombia, el Centro Democrático.
Contrario a esa solicitud, el exmandatario le entregó el apoyo para esa elección al empresario santandereano Jorge Cote Cadena, cerrándole la puerta en las narices al boyacense Mauricio Aguilar y dejando por fuera de esa fuerza política al sentenciado por ‘parapolítica’ Hugo Aguilar.
La decisión de Uribe de bajar del bus a los Aguilar tiene argumentos claros y contundentes: Ya no cree en su viejo amigo y aliado. Además de apoyar el “Si” en el plebiscito para la paz, los Aguilar se aliaron con Germán Vargas Lleras para la presidencia, una traición que el ‘patrón’ del Centro Democrático no perdona.
Y, como el coronel Aguilar no se considera vasallo de nadie, obligó a su hijo Mauricio a inscribir un Movimiento de Ciudadanos, como plan b, si no conseguía el aval ‘uribista’. Por debajo de la mesa, su hermano Richard intenta convencer a las directivas de Cambio Radical de avalar la candidatura de su hermano, haciendo uso del viejo pacto politiquero entre congresistas: “Quien saque la mayor votación en una región tiene derecho a poner candidato”.
“Sin el pan y sin el queso”
Tras la decisión de Uribe de no avalar a Mauricio por el Centro Democrático, para no quedarse solos en el proyecto de gobernación, los Aguilar –contra viento y marea- intentan hacerse al aval de Cambio Radical. Pero en ese partido tampoco la tienen fácil, de hecho, es imposible.
Una fuente cercana a Germán Vargas Lleras, el jefe y fundador de Cambio Radical, dijo a Corrillos que el partido llegará unido en Santander y para eso llevará candidato propio. Además, el propio secretario de esa colectividad, Germán Córdoba Ordóñez, afirmó el viernes anterior que “hasta la fecha solo Elkin Bueno Altahona se ha inscrito como candidato para la Gobernación de Santander”.
Secretario General de @PCambioRadical confirma la inscripción formal de @elkinbuenoa como candidato a la @GobdeSantander. A la fecha solo él ha cumplido con este requisito. pic.twitter.com/WjVolO3y3D
— Libreta Politica (@LibretaPolitica) May 28, 2019
Y es cierto, Corrillos revisó el listado de los precandidatos de Cambio Radical formalmente inscritos y en él no aparece Mauricio Aguilar, lo que deja en claro que el aspirante al primer cargo departamental por la casa Aguilar no ha cumplido con el primer y gran requisito, inscribirse y ser militante del mismo.
¿Richard está cañando?
Cuando el senador de Cambio Radical Richard Aguilar Villa anuncia en Barrancabermeja que será el gerente en el Magdalena Medio de la campaña de su hermano Mauricio -además de echar una sarta de mentiras sobre su estrecha relación con el Puerto Petrolero- se convierte en la puerta de entrada del voltearepismo y la doble militancia en el partido de Vargas Lleras.
Corrillos pudo conocer que los estatutos de Cambio Radical establecen clara y taxativamente cuando un candidato puede acceder al aval: “7- El Secretario General del Partido quien puede delegar competencia para expedir y documentar el aval, se reserva el derecho de revocar; bien sea el apoyo (verbal o escrito) y la designación del inscriptor o apoderado para la inscripción en la Registraduría respectiva. Actos separables por decisión de la Ley”.
Además: “… De acuerdo a la Constitución Política y a la Ley Electoral, el Representante Legal de las organizaciones políticas es el único competente para otorgar avales, en el caso del Partido Cambio Radical quien asume esta facultad es el Secretario General”.
Ante esta normatividad interna, queda claro que el candidato a la gobernación de Santander es Bueno Altahona y, en el caso de Mauricio, éste sería candidato por un movimiento por firmas, solo si alcanza a recogerlas y a presentarlas para su revisión.
Barrancabermeja, tan solo un botín
Lo otro claro que dejan las declaraciones de Richard en Barrancabermeja es la supuesta estrecha relación entre él y los barranqueños. Para los porteños esta afirmación se cae por su peso.
Durante su Administración, las tres grandes obras con la que se comprometió, no las cumplió: La Megaludoteca, el Estadio Daniel Villa Zapata y el Hospital San Rafael. Todas quedaron a medias.
Sin contar el fallido nombramiento del barranqueño Alfonso Eljach como Secretario del Interior en su gobierno, a quien despidió tan solo una semana después de nombrarlo, solo porque su grupo político no respaldó –en ese entonces- la candidatura de su hermano para el senado por Opción Ciudadana.
Además, en varias ocasiones, el propio Mauricio Aguilar ha expresado en privado que “hacer política en Barrancabermeja es muy costoso”, haciendo referencia a supuesta compra de dirigentes, lo que deja en evidencia que los Aguilar solo ven a Barrancabermeja y el Magdalena Medio como un botín electoral y al que poco –durante su tiempo en el poder- le han devuelto el favor.