Por: Carlos Mario Gómez García/ A pocas semanas de iniciar un ciclo electoral en Colombia con las elecciones de los senadores y representantes a la Cámara, al igual que la designación del nuevo mandatario de nuestro país, surgen voces desde distintos partidos y movimientos políticos que juzgan la labor del maestro y la posibilidad de participar políticamente tratando de satanizar las opiniones de este gremio.
¿Pero cómo llegar a determinar cuál es la participación del maestro en las decisiones políticas de un país? Para esto es necesario reconocer el aporte que realiza el maestro en una sociedad y su impacto en los contextos de esta, de igual forma analizar de igual forma aspectos organizativos, sociales, económicos que influyen en las motivaciones organizacionales del magisterio colombiano.
Partiendo del hecho que el maestro es un ser humano y como tal es un “animal político”, según la afirmación Aristotélica; un maestro no se podría desligar de ese contexto socio político y aún más profundizando en el concepto de política, está se basa en las relaciones del ser humano y las decisiones que este debe tomar para mantener un statu quo dicho en otras palabras para conservar un orden natural definido en el concepto de Ius naturalismo.
Al estar ligado el maestro a su contexto adquiere ese derecho de participación que no solo está ligado al tema electorales; pero es trascendental ya que debe reconocerse que quienes ocupan estos cargos de elección popular tienen ese poder de representación y decisión. Ahora bien, el miedo de los partidos políticos esta fundado en el liderazgo que tienen los maestros en las comunidades, en la influencia que pueden tener para generar pensamiento crítico.
Los procesos sindicales son otro factor trascendental en este enfoque de participación política, estos movimientos han manifestado su interés por participar en movimientos políticos debido a que la lucha en las calles y la protesta social no ha generado los cambios en las políticas de Estado en Colombia, desde la década de los 50s donde estas organizaciones surgen, cambian esa idea de abstenerse en participar a organizaciones activas basadas en la Constitución de 1991.
La participación de los maestros se hace fuerte y evidente desde el principio democrático de la unidad y es así como Fecode, la organización sindical con mayor fuerza en el país se hace visiblemente participe en los procesos decisorios tomando partido en los mismos; esta agremiación sindical busca a través de su lucha obtener mejores condiciones para la profesión docente, el mejoramiento de la educación en el sector público, con mejor infraestructura, conectividad, entre otros aspectos que harían que los niños, niñas jóvenes en los sectores con mayor vulnerabilidad tengan una esperanza para desarrollar su proyecto de vida.
Reconocer esto es difícil para la clase política tradicional, la lucha desde los miembros de la organización sindical se ha realizado en las calles, a través de la protesta, las marchas y de la posibilidad de que se visualice esta situación de desfinanciación de la educación pública; pero es de reconocer que desde allí no se logran los cambios significativos, es por esto que la participación en política es fundamental para poder proponer acciones que mejoren las condiciones.
Uno de los factores que no permite a los maestros una verdadera participación está dada en dos campos: el primero en el tema jurídico, aunque en este aspecto está reglamentado que los funcionarios públicos no pueden participar en política posee una desinformación debido a que una situación es la participación política y otra el proselitismo político. Otro aspecto es que existe una prohibición a realizar proselitismo dentro de las aulas de clase o de la misma institución.
El segundo aspecto esta dado por la estigmatización a los maestros con la utilización de términos como adoctrinadores, con discursos de odio los tildan de comunistas, socialistas y aún términos que ponen el peligro su vida como guerrilleros, pero en realidad, aunque cada maestro tiene un pensamiento propio y una base critica sólida quiere generar en sus estudiantes procesos de pensamiento que generen esos cambios en la sociedad.
Es innegable el poder que tienen los maestros agrupados en las organizaciones sindicales y de manera especial Fecode y aunque muchos maestros que pertenecen a la misma organización sindical no comparten las posturas políticas tomadas desde las directivas, no hay esa fragmentación en el concepto de unidad ya que se todos indistintamente quieren que las condiciones de la educación cambien para el bien de las comunidades con las cuales se relacionan a diario.
La respuesta a la pregunta planteada genera dudas, si el maestro puede o no participar en política y a criterio propio debería ser un sí, porque no son ajenos a su contexto, porque desde las aulas se construye pensamiento crítico y se forma al ciudadano, porque lidera procesos sociales de mejoramiento y quiere ayudar a construir una sociedad diferente a la que se vivido hasta el momento; por eso el maestro realmente se puede convertir en ese agente influyente en una política de cambio.
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*Licenciado en educación, especialista en pedagogía y didáctica, titulado en Derecho con especialización en Derecho Constitucional, 20 años al servicio de la educación pública y formador en instituciones privadas para los nuevos profesionales de la docencia.
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