A través de una carta, dirigida al Representante a la Cámara por Santander, Víctor Manuel Ortiz, un equipo de investigación del Banco de la República dio a conocer los impactos que tendría un aumento extraordinario en el salario mínimo.
El equipo concluye, que de tomar esa decisión, se disminuiría la creación de empleo en el país y se destruirían miles de puestos de trabajo.
“Para el promedio de las empresas, un aumento de 1% en el costo de la nómina por cuenta del incremento del salario mínimo podría destruir 18 mil puestos de trabajo formales en tres meses”, explica la misiva.
Además, un salario mínimo más alto aumenta la informalidad, se estima que se podrían generar 21.5 miles de empleos informales o a una reducción equivalente del empleo formal.
También se vería afectada la contratación de las personas más jóvenes o de aquellos que cuentan con un bajo nivel educativo, teniendo en cuenta el panorama económico del país.
“Mientras empleados educados con salarios más altos mantendrían empleos formales, personas con menor educación y afectadas por el salario mínimo tendrían más dificultad para mantener o encontrar trabajo formal”, indica el documento.
Finalmente, el equipo de investigación del Banco de la República, argumenta que, al comparar la relación del salario mínimo al salario mediano de Colombia, con la de algunos países de la OCDE, se encuentra que está un 52% por encima del promedio de países.