Por: Fray Andrés Julián Herrera Porras, O.P./ Jorge Luis Borges en su cuento Hombre de la esquina rosada narra la historia del finado Francisco Real. Se trata de una confusión sucedida entre dos machitos que intentan mostrar su hombría a la vieja usanza. Un poco similar a nuestros candidatos presidenciales, uno con más fama de machito que el otro. Rosendo Juárez era sin duda un tipo afamado por su supuesta hombría, incluso digno de imitar según los cánones del momento, un verdadero macho.
A pesar de ser tan afamado, Rosendo no es capaz de asumir la pelea contra Francisco. Prefiere huir como Rodolfo de los debates presidenciales, debates a los que Petro tampoco asistió inicialmente. En un país donde los niveles de lectura son tan bajos, no asistir a un debate presidencial televisado es en buena medida decirle no al voto informado, a la democracia.
La Lujanera es en el cuento un personaje fundamental, representa el premio para el machito. El macho tiene siempre una hembra como objeto valioso, pero objeto, al fin y al cabo. Rosendo tiene su Lujanera, está con él gracias a su hombría, lo quiere por ser un macho, un gallo de pelea. De hecho, es ella quien más lo incita aceptar la contienda al punto de desenvainar el cuchillo y ponerlo en sus manos.
Algo similar pasa con la caricatura de mujer santandereana peleona y de “armas tomar” en que se ha convertido la mamá de Rodolfo. Gustavo no se queda atrás, también parece que, en su vida, según dice, las mujeres “actúan de acuerdo a sus hormonas”. Por donde se mire estamos ante dos machitos que desprecian la mujer y la cosifican en medio de una campaña electoral.
“Me tocó una compañera muy seguidora, que iba como adivinándome la intención” describe Borges del baile dentro de su cuento. Al parecer las mujeres dentro del cuento están para ser usadas, para bailar y satisfacer la sed los machos. Además, ellas se contentan con eso. Es una descripción que se acepta dentro del mundo literario pero que, si se presentará hoy, cómo se presenta en buena parte de nuestra sociedad, debe ser reprochada por todos.
Hernández y Petro se vanaglorian de ayudar a las mujeres dentro del mundo político. Del primero se menciona constantemente la participación que le dio a las mujeres dentro del gabinete de su alcaldía en Bucaramanga; del segundo no deja de mencionarse su lista “cremallera” al Congreso de la República; además, no puede obviarse la importancia que para ambos ha cobrado la fuerza de sus fórmulas vicepresidenciales, ambas mujeres desde luego. Está discordancia entre su discurso de machitos y su acción populista teje un manto de dudas sobre lo que realmente piensan de las mujeres.
Tal vez para Rodolfo y para Gustavo la mujer es buena en la medida en la que actúe “adivinando su intención”. Seguramente por eso Petro dudo tanto nombrar a Francia como su fórmula, porque no lo seguía de forma apropiada. Hernández a su vez poca relevancia le da a Marelen porque evidentemente el que no puede seguir sus pasos, los de ella, sería él.
“—¡Abrí te digo, abrí guacha arrastrada abrí, perra!”, es la frase que pone el escritor argentino en boca del agonizante Francisco Real, demuestra la calaña del machito, el poco respeto por la dignidad de la Lujanera. “Lo han manoseado más que una prostituta de Puerto Wilches” dice a su vez el personaje de no ficción Ingeniero Hernández, demostrando exactamente lo mismo que Francisco. Se parecen al otro personaje, Alex Flórez y su comportamiento machista en el cierre de campaña de Petro.
En el cuento de Borges, la Lujanera se entrega a Francisco luego de darse cuenta que Rosendo “nos hizo creer que era un hombre”. Un machito se descubre gallina y el otro parece ganar la pugna. Francisco no termina de cantar victoria cuando es atacado en la oscuridad de la noche por un desconocido que solo al final del cuento devela su identidad. Se trata de otro machito que manda desde las sombras y que da la estocada final.
Hoy tenemos a dos machitos presidenciales, discuten por cuál de los dos será el futuro presidente del país, el futuro patriarca. Con todo esto, existen también muchos machitos a la sombra con aún más poder que pueden llegar a apuñalar al machito vencedor y terminar con las esperanzas de cambio que tiene buena parte de la nación. Ojalá me equivoque.
Apuntaciones:
Es vergonzoso seguir observando que las campañas presidenciales siguen, de lado y lado, promoviendo odios y basando sus argumentos en noticias falsas. Cuanta falta hace una verdadera apuesta por dar a conocer las propuestas de cada candidato.
Que belleza ver el Olímpico Pascual Guerrero lleno para la final de la liga femenina. Ojalá se haga costumbre seguir la pista del futbol profesional femenino.
…
*Abogado. Estudiante de la licenciatura en Filosofía y Letras. Miembro activo del grupo de investigación Raimundo de Peñafort. Afiliado de la Sociedad Internacional Tomás de Aquino.
Twitter: @FrayGato
Instagram: @FrayGato