Para llegar del Centro al Anillo Vial usted hoy paga un pasaje. Toma el Troncal de Metrolínea en la Estación San Mateo hasta Lagos. Antes de pasar el torniquete informa que va a tomar la ruta complementaria. Allí le dan un tiquete rojo para subirse al bus de Transgirón que lo lleva a su destino.
Así lo hacen muchas personas en esa ruta complementaria, solo pagan un pasaje. Hay otras rutas con ese sistema. Metrolínea anunció este lunes que ese sistema complementario del Masivo con el tradicional se acaba a partir del primero de diciembre.
Sin mayores explicaciones informó Metrolínea en un comunicado que “tras más de dos años de inicio de las “rutas piloto” con flota del transporte convencional entre Metrolínea y las empresas del Transporte Público Colectivo, para lograr la integración de estas con el Sistema Integrado de Transporte Masivo, la alcaldía de Bucaramanga, el AMB y el ente gestor del SITM, informan la finalización de este ejercicio a partir del 1 de diciembre de 2019”.
“Lo anterior –continúan- dado que las rutas complementarias funcionaban a manera de prueba, con el propósito de evaluar y desarrollar un modelo de complementariedad operativa entre el Sistema Integrado de Transporte Masivo (SITM) y el Transporte Público Convencional (TPC)”.
Antidemocrático y sin planeación
Corrillos! consultó a expertos y la reacción no fue la mejor. “No se corresponde que después de dos años, con usuarios ya habituados, se les quiten las rutas. Quitarles las rutas a las personas es lo más antidemocrático del mundo y es no pensar que el servicio debe prestarse a los ciudadanos. Lo primero es defender a los usuarios”.
Dijeron además que “si la ruta debe quitarse porque no genera recursos, lo que denota es la falta de planeación, en la medida en que, si las rutas son desmontadas, dos años después de entrar en uso, es porque no hubo un estudio serio que generara, no un piloto, sino una ruta definitiva”.
“Durante este tiempo cogieron de piloto a los usuarios y no a las rutas. Ensayaron con la gente”, aseguraron.
El estudio previo debió arrojar un resultado de sostenibilidad de las rutas. Y las rutas no se sostuvieron, prueba de ello es que estaban atrasados en tres quincenas y ahora deben doce quincenas a los operadores, y entonces ¿por qué se demoraron con ellas?
“Si las rutas son tan malas que no dieron la rentabilidad para sostenerlas, también hubo fallas en la administración porque no debieron dejarlas tanto tiempo para incrementar la crisis del Sistema”, se dijo a Corrillos!
Un periodo de improvisación
Otro estudioso del asunto dijo que “el tema de las rutas es importantísimo porque es la prestación del servicio, eso lo que denota es la improvisación con que se manejó el Sistema en los últimos cuatro años”.
“Deja ver, dijo a continuación, la falta de planificación y la falta de administración porque al ver unas rutas piloto que no responden a las necesidades de los usuarios, no recaudan los recursos que se tenían previstos, la administración no debió esperar dos años para reaccionar”.
Apuntó que “el Sistema debe ser autosostenible. Como lo dice la Ley del Plan de Desarrollo, el ejercicio económico del Sistema debe ser autosostenible y la sostenibilidad es que la ruta obtenga el dividendo que cuesta tenerla”.
Analistas dijeron que de 145 mil pasajeros día se pasó a 72 mil pasajeros día, cuando debería estar en 160 mil pasajeros día, día hábil.
Desde el gobierno no ayudaron mucho, según expresaron los consultados, “con las expresiones de apoyo a la ilegalidad mermaron los pasajeros. Con la falta de planeación mermaron los pasajeros, crearon una ruta express, pero el propósito es recoger gente, pero sino para cómo recoge, eso también resultó un descalabro”.
“No quieren comprar los buses que les toca. Además un gobierno que por no querer enemistarse con los transportadores no les exigió cumplir. El Sistema no funciona porque los transportadores quieren ganar con el transporte convencional y con el Sistema, y no sueltan ninguno”, aseguraron.
“El Sistema –dijeron otros- no funciona porque creció la ilegalidad. El Sistema no funciona porque desde el gobierno se permitió la ilegalidad y la gente ya no ve ilegal transportarse en una moto, ya lo ve normal. Si la primera autoridad del municipio no señala como ilegal ese transporte la gente no se siente cohibida a tomar ese transporte informal”.
Cumplieron al decir que “se hacían los pingos con la informalidad” y así lo hicieron estos cuatro años. Y esas expresiones de ciudadanos libres ayudaron en el incremento de la informalidad, se dijo.
No acabarlo, pero muy grave lo que pasa
Con ese panorama consultamos a Consuelo Ordóñez de Rincón, exdirectora del área metropolitana de Bucaramanga, quien aseguró que se cancelan las rutas piloto porque tengo entendido que no llegaron a un acuerdo. Se tenía un periodo para hacer las pruebas y no llegaron a un acuerdo lo que generó el problema y ahora no se sabe qué va a pasar con toda esa alimentación que se ofrecía al Sistema.
La situación es muy grave, dijo. No hay cierre financiero. Eso es un negocio. Si financieramente no le cierra, no tienen rentabilidad, y no van a querer continuar.
Cuando Consuelo Ordóñez de Rincón fue Directora del Área Metropolitana se ideó un modelo en el año 2015 donde no se integraba una ruta sino todas. Y había que recuperar 40 mil pasajeros día para que fuera viable financieramente.
Dijo que “en 2015 ya se reconocía que había una dificultad grande para remunerar tanto al Sistema Masivo de pasajeros como el colectivo. Había que hacer un esfuerzo para recuperar los pasajeros que se fueron a otros medios de transporte y al transporte informal. Pero ese trabajo no se continuó, y al contrario se deterioró. Esa es una situación complicada”.
Un Fondo de Estabilización
Dice Metrolínea en su comunicado que “habrá un escenario positivo en 2020 con la implementación del recién creado Fondo Metropolitano de Estabilización”.
Consuelo Ordóñez dijo que “me llamó la atención ese comentario por varias razones, la primera, porque uno no sabe ese Fondo de Estabilización cuánto dinero tiene y de qué se alimenta. Es decir, no han dado los recaudos de proyección de ese Fondo. No se podría aseverar si sí o si no va a poder arreglarse el año entrante”.
“Habría que estudiar el reglamento del Fondo de Estabilización para saber si tiene la capacidad de recaudar el recurso necesario para asegurar que superarán el problema el año entrante. Me parece gravísimo lo que está pasando”.
Comentó que no contemplaría la opción de cerrar el Sistema porque hay unas inversiones muy grandes que se han hecho y cerrar sería dar al traste con ello, y sería desde el punto de vista fiscal y de desarrollo de la ciudad muy malo.
Lo que sí haría, dijo, y se ha planteado, es hacer unas revisiones estructurales del Sistema, por ejemplo, eliminar gastos innecesarios, generarle más rentabilidad de operación propiamente de transporte, eventualmente eliminar la intermediación cliente – gestor, y que la autoridad de transporte que es el área metropolitana supliera esa responsabilidad. Pero al plantearlo dijeron que la Ley no lo permitía.
El caso es que hay que darle más liquidez a la operación de transporte y hacer una reestructuración general. La gente odia los transbordos y sobre todo los transbordos demorados, hay que tratar de eliminar esos transbordos. Ese modelo se había propuesto en el año 2015, dijo.
