Por: Manuel Fernando Silva Tarazona/ Colombia, nuestro país para nosotros, pero para los ojos del exterior solo somos sinónimo de violencia, narcotráfico, asesinos, corrupción, masacres, secuestros, desplazamiento forzado y etc. País donde a nosotros, los ciudadanos nos acostumbraron a la muerte y violencia, es normal levantarnos con noticias de masacres, homicidios, asesinatos a líderes sociales, amenazas de muerte a cualquier persona que pueda ser estorbo para los poderosos o para las violencia en el país, incluyendo a un niño ambientalista, si señores “This is Colombia” (Esto es Colombia), porque ni con que amenacen a un niño de 11 años nos sorprenden, es algo que para muchos es predecible y como más de una persona dice “Pa´ que se pone hablar”, porque además de anestesiarnos contra violencia armada y civil, hicieron que nos diera miedo alzar nuestra voz, compartir nuestras ideas u opiniones, permitir que nos callen, porque, “qué más podemos hacer”, esto es lo que se ha logrado tras años de violencia, un gobierno que ni se inmuta por estos acontecimientos y una entidad legal como lo es la Fiscalía, no representa garantías.
Líderes sociales, es el pan diario de los noticieros, dado que en total se han reportado 592 homicidios a líderes de distintas regiones, repartidos de esta manera: Cauca, Antioquia, Norte de Santander, Valle del Cauca y Caquetá, además de esto gran porcentaje de los homicidios se reportaron en zona rural y eso sin contar a los familiares que hayan sido víctimas de esta violencia también. De los 592 casos solo hay 54 de ellos con condena, lo cual representa solo un 9.123% del total de casos. (Ver)
¿Quiénes los han matado?, se reparten en diferentes autores como lo demuestra la ONU, los homicidios son atribuidos a múltiples autores, que incluyen particulares (38,74%) y a organizaciones criminales (57,59 %), con los siguientes responsables: Organizaciones criminales locales, disidencias de las Farc, ‘clan del Golfo’, Eln, ‘los Pelusos’ y ‘los Caparros’. Y si no los matan los hacen huir de su propio territorio, así añadiéndoles más cifras a las personas desplazadas forzosamente, llegando a pedir asilo político en otros países. (Ver)
Pero no solo los líderes sociales son vulnerados en Colombia, en solo 2020 se reportaron 91 masacres, donde 381 personas fueron asesinadas, llegando a niveles similares al del 2005 donde el presidente era “El héroe de la patria” donde fueron 134 masacres, el 2020 fue un año bastante movido al parecer.
Las razones de las masacres actuales tienen cierta diferencia con las del 1995-2015, tendrían causas asociadas al control de negocios entre mafias, narcoparamilitares y sus aliados, empresarios y políticos “incrustados en el Estado”. Los comentarios sobre estas masacres también muestran que sus en sus raíces podrían ser “por las disputas por territorio cuando un tercero en discordia entra a la competencia por rentas y control en situación de fracturas o debilitamiento de algún sector armado”. Es decir, pueden preponderar los grupos que formen alianzas o robustezcan su brazo armado donde antes otro grupo armado tenía un bastión. (Ver)
Pero eso no es todo, en solo 31 días del 2021 ya se han perpetrado 10 masacres donde han asesinado a 42 personas, es triste ver que literalmente se mataron más de una persona por día en el mes de enero, ver que los números solo crecen y un gobierno que no se inmuta aun por nada, pero tenemos un presidente licenciado en literatura y nos corrige cual profesor de español, diciéndonos que no son masacres, si no “homicidios colectivos”, el señor además de inútil es pseudo intelectual.
Además de todo los asesinatos y demás, en plena pandemia mundial hemos sido destacados como los peores países en manejarlo, más exactamente el tercer país con el peor manejo, donde hemos reportado un número de 56.733 muertes, muy elevado a comparación de diferentes países con poblaciones similares.
Pero esto tampoco alarma al gobierno, podemos evidenciar como estamos en manos de seres a los que no les dolemos, donde realmente no inmutan ni por las muertes perpetras por las fuerza pública y no solo muertes, también los abusos, resaltando, violaciones de parte de soldados a indígenas, de policías dentro de un CAI a jóvenes, torturas, extorciones, incluso llegando a la prostitución dentro de las instituciones, un presidente que no demuestra neutralidad y cuando aun sabiendo que los policías si eran culpables de la muerte de Javier Ordoñez y si hay un problema en las instituciones donde cuando se enfrentan a civiles se voltean chalecos y atentan con armas letales (lo cual no es legal) a los ciudadanos que aunque si deben ser neutralizados dado que se entiende que tampoco actúan bien dentro de distintas protestas, no deben ser asesinados, mucho menos a manos de la fuerza pública, pese a todo eso, nuestros presidente, el profesor de literatura y pseudo intelectual, termino siendo policía también y en vez de mostrar una neutralidad, justifico los actos, junto a su esposa con declaraciones como: «Me asusta más la agresión ciudadana que la represión policial».
Al parecer a nuestro gobierno no le duele es nada, pero en eso nos equivocamos, 56.733 muertos por covid, 423 muertes por masacres de 2020-2021 o 592 líderes sociales asesinados, ninguna de estas vidas perdidas hizo que el gobierno se estremeciera, pero la muerte del ministro hizo que dictaran 3 días de duelo nacional, aunque pongan que también por los de coronavirus, es muy curioso como esperaron que afectara alguien de su círculo social, para dictar este duelo nacional. ¿Sera que hay vidas que valen más que otras? O simplemente el presidente responderá a la pregunta del ¿Por qué dicto el duelo nacional?, con un “Así lo querí”.
*Estudiante
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