Por: Hugo Hernando Bernal Vallejo/ La pandemia golpeó el sector cultural y artístico, no es retórica. Es verdad. La importancia que la administración distrital realice diálogos sociales con el sector cultural, representantes de las actividades artísticas y culturales y definir unas líneas de propuestas resultados de las impresiones del sector cultural y las propias de los gestores culturales, con el fin de generar una estrategia cultural que tenga por objetivo concreto la reactivación del sector y la necesidad que el agente cultural circule dentro del distrito, la provincia, el departamento y a nivel nacional, inclusive a nivel internacional.
Hay que empezar a compartir con otros creadores los saberes culturales y experiencias, que nacen como consecuencia del dialogo, la reactivación y la circulación con el fin de reestablecer la salud mental. De los lenguajes del arte y la cultura buscar sanar la enfermedad que ha padecido el tejido social.
En mi época había un programa de caricaturas en la televisión que se llamaba los “Thunder Cats” y el líder del equipo llamado “Leono” previo a una acción expresaba, levantando su espada, “Espada del auguria, quiero ver más allá de lo evidente”
Lo primero es ser consciente de lo que tenemos. En Barrancabermeja a medida que pasa el tiempo las tradiciones y la identidad cultural corre el riesgo de desaparecer por diversos factores. Para mí, el principal factor es la estrecha visión que tienen los gestores y creadores culturales en Barrancabermeja, cegados por el egoísmo y el individualismo y pérdida de la sensibilidad en la colaboración o cooperación para buscar resultados trascedentes, pegados de las chichiguas que le pueda “regalar” la administración distrital. Por eso, pensar en las artes como terapia no cabe a ningún agente cultural barranqueño.
El patrimonio cultural de los barranqueños es el legado de nuestros ancestros, las construcciones del pasado, del presente y lo que se transmitirá a generaciones futuras. Un tesoro material e inmaterial que incluye arqueología, artesanías, biografía, danza, festividades, gastronomía, mitos y leyendas, personajes, ritmos, arquitectura, vestuario, vocabulario, entre otras.
Para proteger dicho patrimonio es necesario saber qué lo conforma. Por esta razón, necesitamos entre todos construir una hoja de ruta que permita conocer nuestro patrimonio cultural y establecer estrategias para su difusión y salva guarda.
Lo segundo, conociendo nuestro patrimonio cultural, preguntémonos, que podemos construir con él, que no sea lo evidente, que el cantante cante por una moña, que el acordeonero o interprete de un instrumento no esté esperando que lo contraten para una parranda, igual para las danzas, teatro, comida tradicional, artesanía, buscan fama y dinero, excluyendo el beneficio que pueden prestar a nuestros semejantes, en situaciones difíciles, etc.
La música, la pintura, la danza y otros debe ser pensada para la arteterpia y contribuyan a la salud mental de los barranqueños en tiempo de pandemia o pospandemia.
Es importante que la comunidad artística y cultural sea consciente que no es generar una idea para que la financie, tampoco presentar un proyecto para que se lo financie, es generar una idea, volverla proyecto, iniciar su ejecución y luego solicitar el apoyo económico. No proponer para crear, es mostrar lo que se ha creado, es una propuesta para la circulación.
Hay que promover integración de asociaciones, búsqueda de padrinazgos, alianzas entre organizaciones o colectivos artísticas y culturales, donde se comparta saberes sin egoísmos, por el contrario, con ánimo cooperativo donde prime el valor y principio de solidaridad. Un ejemplo sería como las danzas pueden aliviar o sanar la violación de los derechos de las mujeres con la biodanza. Igual se aplica desde el teatro, las artes visuales y etc.
El mundo interior de un ser humano es rico en matices. La palabra es una herramienta que permite exteriorizar aquello que llevamos dentro. Sin embargo, también disponemos de otros recursos para expresar nuestro universo emocional. Por ejemplo, los miedos, los bloqueos, los deseos, los sentimientos y las ilusiones que habitan en nuestro interior. El arte no solo es un placer que produce emociones estéticas en la observación directa de la belleza representada en una obra, es mucha más.
El arte adquiere un componente de introspección terapéutico a través de la arteterpia. El objetivo, en un ejercicio de estas características no es realizar una excelente creación desde el punto de vista artístico, sino propiciar en el protagonista una verdadera expresión. La música-terapia para pacientes entubados por Covid-19 o para estimular al feto en el vientre materno, por ejemplo.
Yo me pregunto, ¿si los creadores culturales han pensado como podría a un limitado visual o auditivo acércalo a las artes visuales, como el cine? Los lenguajes del arte y de la cultura tienen un lenguaje sanador.
A través de los lenguajes del arte y la cultura se logran transformaciones sociales, cambios a mediano y largo plazo. La práctica y la disciplina de una actividad artística como danza, música o poesía tiene efecto benéfico en la salud de las personas. Lo que los seres humanos hacemos a través de las experiencias artísticas es sublimar las emociones, haciendo catarsis estando mejor con uno mismo y con el relacionamiento con los demás.
El arte y la cultura son canales o mecanismos que participan con otros factores en la curación de la afectación de la salud en el ser humano. Hay muchos ejemplos de pacientes terminales que se apasionan de una disciplina artística desafiando la decisión médica, prolongando un tiempo más su existencia terrenal.
Es importante realizar encuentros en las comunas y corregimientos con equipos interdisciplinarios para hablar y escuchar de cultura, recogerlas en una memoria para que de las pautas o rutas de la cultura en el distrito, para formular o reformular el plan de cultura y planes para cada una de las artes. El plan para las danzas, plan para la música, plan para el teatro, Etc. Debemos construir nuestro futuro artístico y cultural, pero más allá de lo evidente. Salgamos de la obviedad.
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*Abogado, poeta e investigador cultural.