Al menos nueve militares murieron el martes al caer a tierra el helicóptero UH-60 Black Hawk de fabricación estadounidense en el que realizaban operaciones contra disidencias de la guerrilla de las Farc en una zona selvática del sureste de Colombia, informó el Ejército.
El siniestro, por causas que investigan las autoridades militares, se registró en el departamento del Guaviare, sobre el río Inírida. Otros seis militares resultaron heridos y dos más fueron reportados como desaparecidos.
“Hay nueve cuerpos que fueron encontrados, estamos en la búsqueda del resto”, dijo el presidente Iván Duque en una alocución por televisión. “Es un momento difícil, reconocemos ese heroísmo que hacen todos los días nuestros soldados y policías por darnos tranquilidad, por entregarse por Colombia”.
En la región en donde se desplomó el helicóptero tienen una fuerte presencia disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) que se apartaron del acuerdo de paz firmado en 2016 para poner fin a un conflicto de más de medio siglo que ha dejado 260.000 muertos y millones de desplazados.
Las disidencias de las Farc están dedicadas a actividades de narcotráfico y a la explotación ilícita de minerales como el oro, según fuentes de seguridad.
La aviación del Ejército de Colombia, la Fuerza Aérea y la Policía Nacional tienen decenas de helicópteros UH-60 que utilizan para el transporte de tropas, el abastecimiento de las unidades terrestres y para combatir a la guerrilla y a las bandas criminales a lo largo y ancho del país sudamericano de 50 millones de habitantes.
Pero la mayoría de los siniestros de esos helicópteros en los últimos años se debieron a malas condiciones atmosféricas y fallas mecánicas, de acuerdo con fuentes de seguridad. En pocos casos los accidentes han sido atribuidos a ataques de la guerrilla o de las bandas criminales.
