Por: Jesús Heraldo Rueda Suárez/ En Corea del Sur, tienen un método para facilitar la conexión social, las relaciones personales y de negocios, para alcanzar la felicidad, además es un método que forma parte del pensum escolar y que los niños aprenden desde los tres años, se llama “Nunchi» es el equivalente a nuestra inteligencia emocional y se basa en unos pilares muy básicos.
Ahora bien, el método Nunchi está presente en la mentalidad coreana como clave para facilitar los negocios, para tener éxito social y laboral, para ellos este método es básico para lograr esos objetivos, de ahí la importancia que le dan, por ello es parte de la educación escolar, que bueno sería que nuestra niñez tuviese este tipo de formación en su agenda escolar
El método Nunchi podría definirse como el arte de comprender el universo mental y emocional de los demás, o para ser más coloquiales ser tolerantes, comprensivos y honestos, actuar así nos facilita el poder construir relaciones felices y satisfactorias.
Hace unos años, el periodista coreano-estadounidense Euny Hong publicó el libro El poder de Nunchi: El secreto coreano para la felicidad y el éxito., y está basado en cómo establecer buenas relaciones inspiradas en la confianza, lo cual es básico para que los negocios y las relaciones prosperen.
Educar para mejorar la confianza entre las personas, para mejorar el contacto social, es algo fundamental si lo hiciéramos lograríamos mejorar y consolidar buenas relaciones afectivas, laborales, familiares y de negocios, en ventas lo llamábamos “fidelización del cliente”.
Si hay algo importante en toda relación es la de ser hábiles para percibir y comprender el estado de ánimo del otro, y hacerlo desde sus sentimientos y su estado mental, no se trata simplemente de que seamos corteses y educados, se trata de ir más allá, debemos saber conectar con las personas, comprenderlas y crear lazos de confianza, ese es el eslabón básico para todo buen negocio, así como para lograr buenas alianzas con los amigos, la pareja, los compañeros de trabajo y con la sociedad.
El primer paso es observar todo lo que acontece a nuestro alrededor, eso sí, hay que mirar lo que nos rodea y hacerlo desde el silencio y la apreciación, recordemos que en el ser humano todo tiene un significado, por ello debemos interpretar desde los gestos, tono de voz, forma de mirar, de moverse, e incluso el clima.
Tener “Nunchi” o actuar con inteligencia emocional es tener capacidad o fuerza visual, es ver lo que sucede a nuestro alrededor, es estar conectado con cada gesto, con cada estímulo y con cada proceso para poder entenderlo, es ir más allá de lo aparente y poder actuar en consecuencia, (nosotros los santandereanos debemos desarrollar aún más esta competencia), actuar así nos lleva a construir lazos más significativos, con ello contribuimos al bienestar propio y al de la sociedad, no se trata de focalizarnos solo en el individuo, es tener en cuenta además el contexto y la atmosfera que lo rodea.
Es muy importante el saber escuchar de manera activa, sin interrumpir, esto es un acto de educación, hemos oído hablar de las habilidades blandas son aquellas competencias que se relacionan con el modo en que interactuamos con los demás, la empatía, la negociación, la resolución de problemas, solo quien tiene ojo para leer lo que sucede a su alrededor en el plano mental y emocional tiene más posibilidades de actuar con acierto.
En el campo de las ventas, de las negociaciones, aprendimos lo importante de actuar bajo la inteligencia emocional, lograr la empatía con el cliente, todo esto lo podemos trasladar a cualquier actividad de nuestra vida, enumero algunas de acuerdo con mi experiencia en este campo comercial.
Flexibilidad: Las personas flexibles, se adaptan rápidamente a los cambios, reorganizan sus prioridades cuando es necesario, y son receptivos a las nuevas propuestas, por el contrario, quienes son inflexibles obstaculizan los procesos en las negociaciones, bloquean el diálogo y tienen dificultades, esto aplica a cualquier relación, (compañeros de trabajo, pareja, hijos, amigos).
Motivación al logro: Las personas más orientadas al logro de resultados, poseen una fuerte motivación, que les induce a encarar con seguridad negociaciones difíciles y asumir riesgos calculados, una persona sin motivación pierde poder y carece de visión, y orientación al logro.
Iniciativa para buscar soluciones: Las personas con iniciativa están siempre dispuestos a aprovechar las oportunidades, están continuamente generando alternativas para llegar a acuerdos para alcanzar sus metas.
Responsabilidad ante los acuerdos: Las personas responsables son sinceras, cumplen sus compromisos reflejados en el acuerdo, actúan con ética y honradez, están abiertos ante la crítica y aceptan posibles errores.
Comprensión de las partes: Las personas que escuchan atentamente a la otra parte, son receptivos y sensibles a sus necesidades, a sus puntos de vista y a las señales emocionales, la falta de esta competencia atenta contra la eficacia de la comunicación y de las buenas relaciones.
Gestión de la diversidad: Las personas dotadas de esta competencia se relacionan bien con personas de diferentes características y saben aprovechar las oportunidades que ofrecen las diferencias.
Para concluir con este tema hay tres tipos de comportamientos que se deben abandonar, primero porque hacen mucho daño a quienes los practican y además lastiman a quienes los rodean, de igual forma impiden su crecimiento personal toda vez que la gente se aleja de ellos.
El pesimismo, si estas en un día de esos en que nos embarga la tristeza y el pesimismo, lo primero es darle solución a ese estado, (recuerda si estas triste no decidas), una persona pesimista por lo general no puede disfrutar algo plenamente, los pesimistas siempre buscan lo malo en cualquier cosa; estas personas terminan siendo infelices en gran parte de sus vidas, porque no saben aprovechar las oportunidades de la vida y disfrutarlas al máximo.
La altivez y la arrogancia, la gente altiva, arrogante, carente de humildad, lo que en realidad tienen es una baja autoestima, pero la ocultan, a través de una fachada de orgullo, de trato duro y altivo con los demás, en realidad, solo están buscando la manera de alcanzar reconocimiento de otros, porque ellos mismos no se aceptan.
La amargura, la gente amargada, nunca reconoce, que ellos mismos son la fuente de su amargura, sino que siempre buscan la manera de culpar a los demás, acerca de lo que ellos están sintiendo, no saben controlar ni canalizar ese comportamiento, la inseguridad los paraliza, y no les permite avanzar, ni crecer, ni experimentar cambios nuevos, ni proponerse nuevos retos.
Mafalda dijo una vez “la vida es linda, no fácil”, pero la podemos hacerla además de linda, fácil si actuamos así.
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*Profesional en Mercadeo
Twitter: @heraldoru
