El mandatario venezolano, quien está haciendo un viaje a China desde el 8 de septiembre, llegó a Beijing para reunirse con el presidente chino Xi Jinping. Mientras que los acercamientos con Estados Unidos son lentos, Caracas busca reforzar sus lazos con el aliado chino para reactivar su economía. El país latinoamericano perdió el 80 % de su PIB en los diez últimos años.
Se trata de la primera visita desde 2018. El presidente venezolano Nicolás Maduro aterrizó a Beijing, el martes 12 de septiembre. Aunque no se ha difundido su hoja de ruta, se da por hecho que se reunirá con el presidente chino, Xi Jinping. Un encuentro crucial para el país sudamericano, enredado en una crisis económica desde hace varios años, y que busca salir adelante reforzando sus vínculos con China.
El 8 de septiembre, Nicolás Maduro, que ya había ido a China cinco veces, empezó una larga visita prevista hasta el jueves 14 de septiembre. El mandatario venezolano llegó primero a Shenzhen, metrópoli del sur del país cercana a Hong Kong y corazón de la industria de alta tecnología china. Luego, se fue para Shanghái dónde se reunió con Dilma Rousseff, expresidenta de Brasil y directora del Nuevo Banco de Desarrollo de los BRICS, las economías emergentes del mundo. El presidente venezolano, que busca nuevas fuentes de financiación para su país, enfatizó en que la institución financiera tiene en Venezuela «un socio, un aliado, un amigo».
El petróleo, un bien fundamental para atraer el interés chino
La visita siguió con un recorrido por la región del Shandong, otro polo industrial importante de China. Antes de tomar el tren para Beijing, Nicolás Maduro elogió las relaciones bilaterales entre su país y China en un mensaje difundido por la televisión venezolana: “Estamos en Shandong como parte de nuestra visita histórica a China. El modelo de relación bilateral entre ambos Gobiernos y pueblos se fortalece y transita hacia un futuro grande. La cooperación y hermandad es el camino.”
Un sentimiento compartido por el socio chino. “En los últimos años, gracias al compromiso personal del presidente Xi Jinping y el presidente Maduro, las relaciones China-Venezuela han resistido la prueba del cambiante panorama internacional y se han mantenido sólidas como una roca”, expresó la semana pasada Mao Ning, portavoz de la diplomacia china, añadiendo que China “está dispuesta a trabajar con Venezuela para trazar un plan para el crecimiento de las relaciones bilaterales.
Entre otros temas de interés, Nicolás Maduro busca reactivar la economía venezolana aumentando las exportaciones de petróleo a China. Mientras la república bolivariana disfruta de las mayores reservas convencionales de petróleo del mundo, China, por su lado, es el mayor importador mundial de oro negro, recurso indispensable para sostener su modelo industrial. También es el mayor comprador de crudo venezolano.
Prueba de la importancia del asunto para ambos países, Nicolás Maduro subrayó “las potencialidades petroleras, gasíferas industriales y agrícolas” que representarían lazos más fuertes entre los estados petrolíferos de Venezuela Anzoátegui y Monagas y la región del Shandong, después de un encuentro el lunes con Lin Wu, secretario del Partido Comunista de esta región.
En búsqueda de financiamiento
Otro tema de importancia capital que se abordará con el presidente Xi Jinping es el endeudamiento de Venezuela. Expertos estiman entre 120.000 y 200.000 millones de dólares la deuda externa del país, aunque las autoridades no divulgaron las cifras oficiales. China es el mayor acreedor del régimen chavista, pero cerró el grifo del crédito en 2018, argumentando el deterioro de la situación económica y política en Venezuela. Desde 2007, Caracas recibió unos 60.000 dólares de préstamos estatales de Beijing, según los datos del centro de análisis Diálogo Interamericano.
Al principio de su visita, Nicolás Maduro no dudó en elogiar a China, criticando indirectamente al mismo momento a Estados Unidos, en una entrevista dada al canal chino Xinhua. Dijo que China “ha inaugurado una nueva era del surgimiento de superpotencias no-colonialistas, no-imperialistas, no-hegemónicas”.
El PIB se redujo un 80 % en diez años
Reforzar la cooperación económica con China aparece aún más importante para Venezuela, que registra pocos avances en su relación con Estados Unidos. En noviembre de 2022, las autoridades estadounidenses otorgaron a la empresa petrolera Chevron permisos para reactivar su producción de petróleo en Venezuela, pero la recuperación de las infraestructuras productivas, dañadas por varios años de inactividad, toma tiempo.
Estados Unidos sigue sin reconocer la legitimidad del Gobierno de Nicolas Maduro tras las elecciones presidenciales de 2018, consideradas fraudulentas. Desde 2019, el embargo impuesto por el país norteamericano sobre el crudo venezolano golpea duro su economía, notablemente dependiente de las ventas de crudo.La producción de Venezuela cayó de tres millones de barriles a finales de los años 2000 a unos 750.000 en los últimos meses.
Los ingresos petroleros perdidos por parte de Venezuela sumieron al país en una situación económica critica, con un PIB que se redujo un 80 % durante la última década. Hoy en día, Venezuela enfrenta la tasa de inflación más alta del mundo, que alcanza los 436 % en mayo de este año, a pesar de la dolarización de la economía, aceptada por parte del régimen chavista para brindar más estabilidad económica.
Problemas económicos que sufre la gente en su día a día. En 2022, la pobreza extrema alcanzó el 53,8 % de la población según la Encuesta sobre Condiciones de Vida realizada por la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB).